"La idiosincrasia de los clubes argentinos es negarse a ser sociedades anónimas"

Una de las medidas que el presidente Javier Milei propuso desde su campaña electoral ha sido propender que diversas instituciones y empresas del Estado, o "de los socios", sean manejadas por los sectores privados o por sociedades y entidades civiles. 

Se trata de una resolución firmada por Daniel Roque Vítolo, titular de la Inspección General de Justicia, con la que quedan aprobadas las modificaciones al marco normativo para registrar públicamente sociedades y entidades civiles.

Para comprender más la dimensión de este cambio de paradigmas, la producción de Sin Verso (lunes a viernes de 9 a 12 por Ciudadano News 91.7) se puso en contacto con Walter Fernández, decano de la Escuela de Derecho de la Universidad de Morón. 

"En lo que respecta a la libertad de asociaciones que marca el artículo 14 de la Constitución Nacional, el modelo argentino de la AFA, y de los clubes de fútbol en general, es que se conformen como asociaciones civiles y sin fines de lucro", comenzó el profesional.

"Con el tan discutido DNU 70/30, el presidente Milei abrió la puerta para cambiar este paradigma, lo que provocó el rechazo de algunos clubes grandes, sobre todo de Boca Juniors. 

La Inspección General de Justicia emitió una resolución que abre la posibilidad de que las asociaciones civiles sin fines de lucro abran sus puertas a los capitales de sociedades anónimas", explica Fernández. "Pero la idiosincrasia de los clubes es que 'el club es de los socios', aunque tenemos ejemplos que demuestran que esto puede no ser así", agrega.

Y a este respecto enumera al Cruzeiro, al Botafogo, el Vasco da Gama, "que se han convertido en clubes empresas. El América Mineiro, el Bragantino, prácticamente adquirido por Red Bull, y también los clubes europeos, que en casi un 100% son todas de este tipo societario", enumera. 

"Acá en Argentina hay clubes de más de 120 años, que fueron creados con el modelo de 'asociación civil sin fines de lucro'. Si bien la inversión inicial, o la venta de jugadores, pueden servir para reinvertir en la institución, sabemos que toda sociedad es para compartir ganancias y soportar las pérdidas", explica.

"El temor de muchos es el 'capital golondrina': un día quizá alguien adopta un tipo societario como la sociedad anónima deportiva, luego el club desciende, y el capital se va. En ese caso, el club prácticamente desaparece", se lamenta Walter Fernández. 

Y allí mismo cita el ejemplo de Racing Club: "Se recuperó de la quiebra con la composición de Blanquicelestes Sociedad Anónima. Luego se convirtió en asociación civil sin fines de lucro, y hoy es un club que tiene un gerenciamiento. 

Lo mismo pasó con Talleres de Córdoba: su presidente es vicepresidente del Grupo Pachuca, y también mueve en forma como si fuera una sociedad anónima. Y en CABA tenemos a Defensa y Justicia, donde Cristian Bragarnikic tomó la conducción y gerenciamiento del club", relata.

Del otro lado del Atlántico también hay ejemplos. Pero con amplias diferencias: "El Real Madrid y el Barça tienen socios en todo el mundo, tienen derechos de televisión millonarios, tienen ingresos por esponsoreo. Acá en Argentina podemos dar el ejemplo de River y Boca, que han tenido capital privado: River modificó su estadio con el otorgamiento de derecho de nombre al Supermercado Mas, por lo que ahora se llama "Más Monumental", culminó el decano de la Escuela de Derecho.