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Fricciones entre profesionales de la salud por el aborto libre

El tratamiento de la norma en el Congreso origina una división que se expone a diario a través de fuertes discusiones

16 de diciembre, 2020 - 07:35

El proyecto para legalizar el aborto libre y gratuito ha derivado en un delicado ambiente entre los argentinos en el que no cabe un alfiler y tiene detonaciones permanentes en cualquier punto de la geografía nacional. Una clara demostración de que el país no está preparado, en una importante porción, para tomar esa trascendente decisión. 

Mientras, otro importante sector pugna para que así sea, después de mucho pregonarlo en la calle y solicitarlo ante los poderes del Estado, esencialmente ante el Ejecutivo por la decisión política que debe impulsarlo y ante el Legislativo, para que lo transforme en ley.

El tratamiento del aborto despertó mucha violencia física y verbal. De todas maneras, el Poder Ejecutivo nacional, a pesar de todos los graves problemas que tiene el país, decidió avanzar en el urticante tema. Aún con una pandemia de COVID-19 que nos sigue contagiando y matando, una economía que hace estragos sin miramientos, al compás de inflación, desocupación y acrecentamiento de la pobreza determinó instalarlo. 

Quizá, dicen algunos observadores de la política, especulando y despejando el año electoral que se avecina, cuando ubicar en la agenda un tema como este traería más dolores de cabeza que votos.

Las fricciones subieron de tono tras la media sanción que obtuvo el proyecto en la Cámara de Diputados, a punto tal que penetró en el núcleo central de la salud, como no había sucedido hasta ahora por lo menos públicamente. 

Manifestaciones de una joven militante pro aborto de la provincia de Río Negro provocaron un duro entredicho con una profesional mendocina que defiende las dos vidas, quien, en medio de la discusión planteada en redes sociales no tuvo ningún problema en darse a conocer como médica y lo que le ocasionaría a la rionegrina si viniese a Mendoza. 

El episodio fue inmediatamente viralizado por todo el país, lo que hizo que la médica mendocina se llamara inmediatamente a silencio y bloqueara sus perfiles en las redes sociales.

 

Profesionales salieron al cruce de la médica mendocina

La controversia, lejos de apaciguarse, agregó otro elemento con el pronunciamiento de profesionales de la salud, como los integrantes de la sede Mendoza de la Red Nacional de Profesionales de la Salud por el Derecho a Decidir

El Ciudadano se contactó con la organización y mantuvo un diálogo con la psicóloga Analía Bittar, quien sobre el asunto dijo: “Desde nuestro espacio, que integra la campaña nacional por el aborto legal seguro y gratuito, repudiamos enérgicamente los dichos de la médica del hospital Central que se viralizaron en los últimos días. En verdad, nos resulta muy chocante escuchar este tipo de discursos en profesionales de la salud que deberían estar garantizando derechos, ya que son la trinchera en la cual los derechos se garantizan o no”. 

“Encontrarnos con este tipo de discursos que infunden el odio, que replican y reproducen la violencia institucional por motivos de género nos resulta realmente aberrante. Con lo cual, como profesionales de la salud repudiamos y rechazamos los dichos de esta doctora”, agregó. 

Al preguntarle si el tema del aborto divide a la Argentina, Bittar respondió: “No creo que el tema del aborto sea el que divida a la Argentina. Me parece que lo que divide al país son las imposiciones morales y los discursos machistas frente al reclamo por el acceso a un derecho. Siempre que se ha contrapuesto el avance de los derechos, sobre todo de las mujeres, en la historia está esa sensación de que este tema divide la Argentina”. 

“Porque en realidad cuando se conquistan estos derechos y se legisla sobre eso, nos vamos dando cuenta que lo que divide no es ese tema en particular, en este caso del aborto, sino la imposición moral que se quiere hacer sobre las personas y sus derechos a decidir sobre sus maternidades y sobre sus propios cuerpos. Entonces, entendemos que lo que divide es la pretensión moral y machista de algunos sectores de la sociedad”, consideró la profesional.

 

“Un avance histórico para nuestro país” 

Ante la magnitud que ha tomado este tema, se le preguntó cómo se llevan con los profesionales que no están de acuerdo con el aborto, confesó que “la relación con profesionales de la salud que no están de acuerdo con el aborto legal generalmente se mantiene dentro de los márgenes del respeto. Es lo que nosotros pretendemos y sostenemos, ya que no nos parece que acá la cuestión sea mi ideología contra la ideología de nadie más”. 

“Nosotros solo nos estamos refiriendo a garantizar los derechos que corresponden a personas que lo solicitan. Además de garantizar un trato digno y libre de violencia que las personas con capacidad de gestar y las mujeres deberíamos tener garantizado en nuestro país por la legislación vigente”, explicó Bittar.

Y agregó: “Por eso, le repito que la relación con los profesionales se debe mantener en el marco del respeto, porque las personas que no estén de acuerdo con el aborto deben garantizar que se brinde la información que corresponde y que deriven a una persona que tiene la capacidad para poder abordar la situación que se presenta. No hay ningún motivo para que estemos en contraposición, ni peleando y faltando el respeto a nadie”. 

La profesional se mostró entusiasmada y ansiosa con lo que pueda suceder con el proyecto, expresando que “si el Senado aprueba la media sanción que le está faltando a la ley de interrupción voluntaria del embarazo, entendemos que va a ser una conquista para todas las mujeres y personas con capacidades de gestar. Será el punto culminante después de una lucha histórica que venimos dando en la calle, en el Congreso y en todos los lugares donde hemos sacado del clóset al aborto”.

Finalmente, aseguró: “Entendemos que sería un avance enorme para nuestro país, una conquista de nuestros derechos y un paso más hacia la igualdad en términos de género. Por eso, esperamos y tenemos puesta toda la fuerza y la energía para que sea saldada la deuda que el país tiene con las mujeres y con personas con capacidad de gestar”.