COMO EN EL 2001
Los constantes cambios en la economía hace que los argentinos tengan que buscar alternativas para llegar a fin de mes. Uno de los históricos que regresó es el trueque, evocando recuerdos de aquel fenómeno que se expandió por todo el país hace más de dos décadas, durante la crisis del 2001.
En ese entonces, se crearon monedas alternativas que circularon entre aquellos que quedaron fuera del sistema económico. Hoy, estas experiencias están resurgiendo lentamente, primero en las plazas del conurbano bonaerense y ahora, también en la Ciudad de Buenos Aires.
Una respuesta a la crisis económica
Las redes sociales han impulsado nuevas formas de trueque, pero las ferias cara a cara siguen siendo una opción popular.
En estos encuentros, que se realizan en plazas, parroquias, centros culturales y locales de agrupaciones sociales y políticas, se intercambia de todo: alimentos, ropa, herramientas y objetos de uso diario.
No solo para los más carenciados
El fenómeno del trueque no se limita a los sectores más vulnerables. Cada vez más personas de clase media participan en estos intercambios. "El Club del desapego" es un ejemplo de encuentros de economía circular. La consigna es traer lo que no se usa y llevarse lo que se necesita.
La cuenta de Instagram @elclubdeldesapego publica las fechas de estos encuentros, que promueven una limpieza consciente de los hogares, donde los participantes traen sus pertenencias en buen estado y las intercambian.
Normas de participación y ética del trueque
Una de las reglas del "Club del desapego" es que todo lo traído debe estar limpio y en buen estado. Si alguien trae objetos en mal estado, debe llevárselos de vuelta.
La idea es evitar el consumo acumulativo y promover un ciclo continuo de intercambio. Estos eventos se realizan en diferentes barrios, y el próximo encuentro está previsto para fin de mes.
Expansión en el país
Desde enero, en la plazoleta del barrio Itatí de Pergamino, se realizan ferias donde cada uno lleva lo que tiene y puede venderlo o cambiarlo.
En Bariloche, la Biblioteca Popular Francisco Lera organiza ferias donde la gente canjea productos por alimentos.
Este fenómeno se repite en diversas plazas del conurbano, como en Morón y en la zona sur, así como en la Ciudad de Buenos Aires, en la plaza de Mataderos.
El papel de las redes sociales
Las redes sociales han creado un espacio virtual para el trueque, con grupos en Facebook e Instagram que facilitan el intercambio de bienes y servicios.
Grupos como "Trueque Capital Federal Argentina" y "La feria Trueque Centenario" cuentan con millas de miembros.
En Instagram, basta con buscar el hashtag #trueque para descubrir un mundo de oportunidades. También hay grupos de WhatsApp que se dedican a la venta de ropa usada y los intercambios de todo tipo.
Adaptación y supervivencia
Llegar a fin de mes se ha vuelto una tarea cada vez más difícil para muchos argentinos. En este contexto, el trueque se presenta como una alternativa viable para enfrentar la crisis económica, demostrando la capacidad de adaptación y la resiliencia de la comunidad argentina.
El trueque no solo representa una forma de subsistencia, sino también un símbolo de solidaridad y cooperación en tiempos difíciles. Así, una práctica que parecía haber quedado en el pasado, vuelve a cobrar vida y relevancia en la Argentina de hoy.
Con información de BAE