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Discusión que se asoma: ¿debe modificarse la denominación del CCK?

El imponente ex Palacio de Correos está en el epicentro de las críticas porque su actividad social no debería estar empañada de las asociaciones con colores políticos 

Por Redacción

19 de diciembre, 2023 - 07:12

El Centro Cultural Kirchner (CCK), emblemático de la retórica kirchnerista, se enfrenta a una controversia importante: el cambio o no de su nombre en el contexto de los procesos judiciales y cuestionamiento social a la familia Kirchner.

La reciente reubicación de la estatua de Néstor Kirchner, que adornaba el hall del histórico edificio desde 2020, ha intensificado el debate. A pesar de los comentarios de Valeria Ambrosio, nueva directora del CCK asignada por la administración de Javier Milei, de que el cambio no fue una decisión de tinte político, sino una supuesta orden de Cristina Kirchner, dicho traslado, ha puesto en el centro de discusión la identidad y el propósito del espacio.

Tal es el nivel de cuestionamiento, que el nombre del CCK, en su identidad actual, es visto por una gran parte de la sociedad como una vinculación a figuras políticas envueltas en corrupción, planteando un dilema y discusión ético-cultural. 

La realidad del ex Palacio de Correos parece estar indisolublemente asociada a este tipo de escándalos, a lo largo de los últimos años, lo que genera dudas sobre la practicidad de darle nombres de figuras políticas a un espacio dedicado a la difusión cultural.

El edificio en cuestión, reinaugurado en 2015, era sede del Correo Argentino, y cambió su nombre de Centro Cultural del Bicentenario a Centro Cultural Néstor Kirchner, en una iniciativa que ahora se ve cuestionada.

Volver a Centro Cultural del Bicentenario

La propuesta de cambiar el nombre del CCK no es la primera vez que surge, pues con la llegada de Mauricio Macri se evaluó rebautizarlo, pero no ocurrió.

Entonces, ¿se volvería a tomar el nombre de Centro Cultural del Bicentenario? Algunos afirman que esa denominación podría reflejar más adecuadamente los valores y la razón de ser del lugar, liberándolo de asociaciones políticas, negativas o personalistas.