Relevo Generacional

Cómo preparar a la próxima generación para liderar una empresa familiar exitosa

Las empresas familiares son claves en la economía global, pero enfrentan desafíos generacionales. Solo el 35% sobreviven a la segunda generación.

Ciudadano.News

Por Ciudadano.News

24 Septiembre de 2024 - 15:15

Imagen ilustrativa. — Freepik

Las empresas familiares constituyen un componente esencial de la economía global. Un estudio realizado por la Business School de Lausana destaca que en Europa, un notable 99% de las empresas en Italia son familiares, seguido del 88% en Suiza, el 76% en el Reino Unido, el 71% en España y el 70% en Portugal. 

En América, los números son igualmente significativos: en Estados Unidos, el 96% de las empresas son familiares, y en Colombia, representan el 68% del total. En Argentina, esta cifra oscila entre el 70% y el 80%. Según el Manual de Gobierno de Empresas Familiares de la Corporación Financiera Internacional, estas empresas aportan alrededor del 60% del PIB en Latinoamérica.

Una empresa se considera familiar cuando sus miembros gestionan, controlan y poseen el negocio, que representa su principal fuente de ingresos y tienen la intención de mantenerlo en el tiempo, donde existe una fuerte conexión entre la suerte de la familia y la empresa.

A pesar de su notable contribución, las empresas familiares enfrentan un desafío considerable en cuanto a su supervivencia a lo largo de las generaciones. 

Datos del Club Argentino de Negocios de Familia indican que solo el 35% de estas empresas perduran más allá de la primera generación, el 10% sobrevive a la segunda y apenas el 2% a la tercera. Un estudio de KPMG sugiere que la falta de preparación de las generaciones sucesoras en aspectos clave, como la gestión durante periodos de expansión y crisis, es determinante en estos resultados.

Problemas en el traspaso generacional

El traspaso generacional presenta desafíos específicos, principalmente debido a las diferencias en visión y expectativas entre generaciones. 

Los jóvenes, generalmente más educados y competentes en tecnología, tienden a buscar formas innovadoras de operar, lo que puede generar tensiones con las generaciones anteriores que perciben estos cambios como amenazas a los valores y el legado familiar.

Según una encuesta de PWC de 2021, solo un tercio de las empresas familiares en EE.UU. cuenta con un plan de sucesión sólido. A nivel global, apenas el 24% de estas empresas se enfoca en la participación de la próxima generación, lo que agrava aún más las tensiones generacionales.

El relevo generacional en estas empresas presenta desafíos que no suelen existir en otros tipos de organizaciones. Las nuevas generaciones pueden optar por modernizar la empresa y enfrentar a la competencia, o adoptar una postura más pasiva, lo que impacta directamente en la capacidad de innovación del negocio.

Contexto cambiante y nuevas perspectivas

El panorama empresarial actual, caracterizado por su dinámica global y competitiva, requiere que las empresas familiares incorporen nuevos productos y tecnologías para mantenerse relevantes. Esto implica una necesidad de inversión y crecimiento constante. 

La internacionalización y la innovación suelen ser impulsadas por las generaciones más jóvenes, quienes aportan nuevas perspectivas que son cruciales para la adaptación del negocio a las necesidades cambiantes de la familia y el mercado.

Históricamente, el traspaso generacional era menos problemático debido a los valores compartidos que ayudaban a preservar el legado familiar. Sin embargo, hoy en día, factores como la disrupción tecnológica y la evolución de los valores sociales han complicado este proceso.

Conforme la fuerza laboral joven, compuesta por millennials y centennials, gana relevancia, su influencia en el mercado laboral se hace cada vez más notable. Se estima que para 2025, estas generaciones representarán aproximadamente el 75% de la fuerza laboral global, y tienen características y expectativas distintas respecto a su desarrollo profesional.

La profesionalización y su importancia

La decisión de profesionalizar la gestión de una empresa familiar o mantenerla en manos de la familia es fundamental durante el relevo generacional. 

Existen posturas que argumentan que la gestión externa puede aportar mayores beneficios, dado que no todos los descendientes heredan las habilidades de liderazgo de los fundadores. Sin embargo, también hay quienes abogan por la preferencia a que los miembros de la familia asuman roles directivos, independientemente de su formación o experiencia.

Los estudios indican que, aunque no hay diferencias significativas en rentabilidad entre empresas familiares de primera y última generación, sí existen características de gestión que impactan en la rentabilidad.

Estrategias para un traspaso generacional exitoso

Para abordar los desafíos del traspaso generacional, es valioso establecer una capacidad de delegación que combine el conocimiento acumulado de generaciones anteriores con la apertura hacia nuevas ideas. Identificar las tensiones y los puntos en común entre generaciones es clave para garantizar la continuidad del negocio.

Es esencial fomentar el diálogo entre las generaciones y trabajar en un proceso de acomodamiento que evite choques desestabilizadores. La planificación del relevo generacional debe comenzar con una conducción compartida, avanzando hacia la delegación de decisiones y responsabilidades, entendiendo este proceso como una convivencia entre generaciones más que una simple sucesión.

La innovación se convierte en una oportunidad para que las nuevas generaciones desarrollen productos y servicios que agreguen valor al cliente. Además, es crucial definir roles claros entre los propietarios y los gestores, facilitando la integración mientras los actuales líderes están en el apogeo de sus capacidades.

Preparando a la próxima generación para el liderazgo

Las empresas familiares pueden implementar varias acciones para asegurar un relevo generacional exitoso:

  • Programas de seguimiento: iniciar a una edad temprana actividades que fomenten la participación de los hijos en el entorno empresarial.
  • Desarrollo progresivo: permitir que los miembros de la familia roten por diferentes áreas del negocio para adquirir experiencia y habilidades.
  • Contexto empresarial: educar a los jóvenes sobre la misión y operaciones de la empresa, incluyendo sus historias de éxito y desafíos.
  • Promover la integridad: abordar comportamientos negativos desde temprana edad para evitar problemas futuros.
  • Educación familiar: instruir a todos los miembros de la familia, independientemente de su deseo de involucrarse en el negocio, sobre su importancia en el legado empresarial.

-Con información de El Cronista-