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20 de junio: el verdadero y oculto origen de los colores de la bandera argentina

El origen de los colores de la bandera argentina y la escarapela han sido objeto de debate a lo largo de la historia. Los colores patrios encuentran sus raíces en la religión y la lucha por la independencia

Por Redacción

20 de junio, 2023 - 10:57

El 27 de febrero de 1812, al crear la bandera argentina, el general Manuel Belgrano comunicó al Triunvirato: "Siendo necesario izar una bandera y no disponiendo de una, la mandé confeccionar en color blanco y celeste, de acuerdo a los colores de la escarapela nacional". Estas palabras reflejan la declaración original del creador. Sin embargo, surge la pregunta sobre el origen de los colores de la escarapela.

Existen dos versiones al respecto. Según una versión sólida, las cintas utilizadas por Juan Martín Mariano de Pueyrredón desempeñaron un papel importante. Durante la primera invasión inglesa en 1806, Pueyrredón organizó un grupo de soldados y trescientos gauchos voluntarios en Luján. Les entregó un estandarte con los colores celeste y blanco de la "Purísima Concepción" y a cada uno una cinta celeste, en semejanza al manto de la Virgen de Luján, y una cinta blanca, similar a su vestido. Fueron estos elementos los que usaron en combate y dieron a conocer. Esta podría considerarse como la raíz de la escarapela adoptada posteriormente por la Sociedad Patriótica y el Triunvirato.

Por otro lado, hay una versión que sostiene que los colores fueron tomados de una banda cruzada exhibida por los reyes Borbones. Sin embargo, se plantea la interrogante sobre su origen. Aunque el color de los Borbones era el blanco, la banda celeste y blanca que llevaban correspondía a la Real Orden de Carlos III. Esta orden adoptó oficialmente los colores de la túnica y el manto de la Virgen de la Inmaculada Concepción, quien era la Patrona de España.

Cuando recibió su título en Leyes en Valladolid en 1793, Belgrano juró defender el dogma de la Inmaculada Concepción. Además, era miembro de la Congregación Mariana, cuyo distintivo era una cinta celeste y blanca.

Tras su regreso de España, fundó el Real Consulado de Buenos Aires y colocó un escudo con los colores celeste y blanco en su fachada. Declaró que utilizaba dichos colores en honor a la Inmaculada Concepción.

 

El hermano de Manuel, Carlos Belgrano

En cuanto a sus motivos íntimos, su hermano Carlos, también militar y presidente del Cabildo de Luján, escribe: “Mi hermano tomó los colores de la bandera del manto de la Inmaculada, de quien era ferviente devoto”. Y José Lino Gamboa, cabildante de Luján con Carlos Belgrano, dice: “Al dar Belgrano a la gloriosa bandera de su Patria los colores blanco y azul, había querido obsequiar a la Pura y Limpia Concepción de María como ardiente devoto”.

Es asunto poco o nada divulgado, pero todos los antecedentes coinciden en un mismo punto de origen.

Y la imagen religiosa más popular de nuestro país, la de la Virgen de Luján, Patrona de la República Argentina y que representa a la Inmaculada Concepción, ostenta nítidamente los colores de nuestra bandera, una franja blanca en el medio y una celeste a cada lado. Esta coincidencia entonces no es meramente casual, o será que como dice el Martín Fierro: “Donde no hay casualidá, suele estar la Providencia”

 

Más datos sobre la bandera argentina

  • La bandera argentina es el símbolo nacional de la República Argentina.
  • Está compuesta por tres franjas horizontales: celeste, blanca y celeste.
  • El Sol de Mayo en el centro de la franja blanca representa la Revolución de Mayo de 1810.
  • Fue izada por primera vez el 27 de febrero de 1812 en Rosario.
  • El Congreso de Tucumán la declaró emblema nacional el 20 de julio de 1816.
  • El celeste y el blanco han sido interpretados en reiteradas veces como símbolos de lealtad, justicia, pureza y paz. También se vinculan con la Virgen María y los ideales de libertad e igualdad.
  • El Sol de Mayo en la bandera tiene 32 rayos y se relaciona con el sol incaico y las culturas prehispánicas.
  • Fue incorporado en 1818 por decreto del director supremo Juan Martín de Pueyrredón.