Tomarte una copa de vino o cualquier otra bebida alcohólica, en salidas con compañeros de trabajo, amigos o familia, es algo común, a pesar de no ser positivo para la salud. Y uno de los problemas que puede presentarse es tomar de más y tratar de realizar una actividad que necesita de una completa agilidad mental.
Si esto ocurre, seguramente nos preguntaremos cuál es el mejor modo de sacar el alcohol del cuerpo de forma rápida. Ante todo, hay que considerar que no existe una fórmula mágica que nos lleve de vuelta al nivel cero en forma automática. Aclarado el punto, hay formas de reducir los efectos del alcohol en el cuerpo.
¿Es posible sacar el alcohol del cuerpo en forma instantánea?
Lamentablemente, la respuesta a esta pregunta es 'no', porque la mayor parte del trabajo la hace el hígado, y el hígado tiene un ritmo que hay que respetar. No existe forma de acelerar este proceso.
Es verdad, hay consejos que pululan por las redes: masticar granos de café, darse una ducha fría, hacer ejercicios. Pero ninguno de ellos tiene aval científico: la única forma de no tener alcohol en sangre es no tomándolo.
Una vez que el alcohol entró en el organismo, no queda otra que esperar que metabolice. Lo que sí existen son hábitos de prevención para reducir los efectos del alcohol en el cuerpo, y facilitarle el trabajo al pobre hígado. A continuación, la lista.
Comer antes de tomar
Si llega la oportunidad de beber alcohol, nunca hay que hacerlo con el estómago vacío. El recorrido del alcohol empieza en la boca, pasa por el esófago, y llega por fin al estómago. De allí pasa al intestino delgado, y finalmente al torrente sanguíneo.
Cuando tenemos comida en el estómago, el paso al intestino delgado será más lento, lo que se traduce en un nivel de alcohol menor en sangre.
Mantenerse hidratado
El agua es vital para el cuerpo. Si se bebe alcohol, jamás deberíamos prescindir de ella. Al intercalar un vaso con agua con el trago, esto hará que se sienta menos ganas de beber. En consecuencia, habrá una menor concentración de alcohol en la sangre.
Tomar despacio
Si sos de los que llegan a una fiesta y se bajan una copa entera de un sorbo, eso hará que el hígado trabaje de más. Mientras más rápido se bebe, más rápida es la absorción del alcohol por el organismo.
Elegir el trago con sabiduría
Las bebidas se pueden clasificar en dos grandes grupos: las fermentadas (vino y cerveza), y las destiladas (vodka o whisky). Estas últimas tienen mayor graduación alcohólica, y son más agresivas para el estómago. El consejo: preferir las fermentadas, que tardan más en ser absorbidas.
Nunca mezclar
Hay gente especializada que mezcla distintas bebidas alcohólicas para generar los tragos más diversos. Y estos son precisamente los que hay que evitar, si queremos reducir la velocidad de absorción en el organismo.