Los países europeos que más le empinan a las bebidas alcohólicas

Si bien, los últimos estudios indican que la ingesta de alcohol bajó en gran parte del continente europeo, algunos países de esas latitudes siguen liderando las estadísticas de consumo.

La Organización Mundial de la Salud (OMS), reveló, recientemente, las estadísticas y, mientras muchas naciones tienden hacia una reducción del consumo, ciertos países icónicos del viejo continente muestran un incremento llamativo.

El ranking de países de Europa que más alcohol consumen

Dentro de los europeos se vio una tendencia a la baja desde 1980, cuando se registraban alrededor de 12,7 litros de alcohol puro, al año, por individuo.

En 2020, esta cifra mostró un descenso a 9,8 litros, lo que representó una reducción del 23%. Sin embargo, algunos países han ido en contra de la tendencia, mostrando un incremento en la ingesta de bebidas con contenido alcohólico.

Alemania encabeza el ranking, con un consumo medio de 10,6 litros por persona, manteniéndose como el país con mayor ingesta de alcohol en todo el continente. Pero, no está solo.

Le siguen Letonia, donde el consumo aumentó 2,3 litros por cada nacional del país báltico; Bulgaria, con un incremento de 1,4 litros per cápita; Malta y Rumania que presentaron un aumento de 1,1 litros por persona y Polonia, cuyos habitantes escalaron a un 1 litro el consumo de alcohol por cada polaco. Todos los porcentajes señalados siempre en términos anuales.

El viejo continente sigue siendo la región con mayor consumo de alcohol en el mundo, con una media de 9,5 litros por persona al año. Esto, llevado a los hábitos de un consumidor habitual, podría escalar hasta los 190 litros de cerveza u 80 litros de vino repartidos en 365 días, demostrando que un importante porcentaje de los europeos siguen siendo grandes consumidores de bebidas alcohólicas.

Investigaciones de la prestigiosa Mayo Clinic, indican que una medida estándar de alcohol contiene aproximadamente 14 gramos de alcohol puro, equivalente, por ejemplo, a 350 ml de cerveza. Superar dicha cantidad, se sostiene, puede llevar a consumir el doble de la cantidad óptima recomendada en una semana.