El Interactivo
Con la llegada de la primavera, muchas personas experimentan cambios en su estado de ánimo y energía. Según el neurólogo Conrado Estol, este fenómeno conocido como "astenia primaveral" es una reacción del cuerpo ante la fluctuación de temperaturas y otros factores tanto fisiológicos como sociales.
"Die Frühjahrsmüdigkeit, esa palabra alemana que se usa para describir la fatiga y la falta de energía en primavera, afecta al 70% o 75% de las personas en Alemania", explicó Estol en diálogo con El Interactivo (lunes a viernes, de 12 a 14, por Facebook, YouTube y FM 91.7 de Ciudadano.News).
Este cansancio es comprensible debido a los cambios abruptos en la temperatura, posibles alergias y alteraciones en los transmisores cerebrales. "Durante el invierno, el cuerpo agota un poco la serotonina, que es el transmisor de las emociones, y aumenta la melatonina, que nos prepara para dormir. En primavera, esos niveles cambian y se suman otros factores como estrógenos, endorfinas y testosterona, creando un cóctel que genera síntomas similares a una gripe, como fiebre, dolor de cabeza y fatiga", detalló el experto.
No todas las personas responden de la misma manera a la primavera. Según Estol, hay quienes experimentan un aumento de energía y una tendencia hacia el romance, lo que contrasta con el agotamiento que sienten otros. Esto se debe, en parte, a la estructura psicológica y a la vulnerabilidad del cerebro juvenil. "Los jóvenes menores de 30 años, especialmente los de 20, son muy vulnerables en esta época. El cerebro termina de madurar a los 25 años, y en ese periodo de juventud hay una explosión de emociones y hormonas", señaló.
El impacto del estrés en la salud mental de los jóvenes se ha visto exacerbado por la pandemia, según estudios recientes que Estol mencionó. "Un trabajo contemporáneo mostró que el estrés crónico durante la pandemia aceleró el envejecimiento cerebral en adolescentes, afectando más a las mujeres que a los hombres. En las mujeres, el envejecimiento se aceleró cuatro años, mientras que, en los hombres, un año y medio", comentó.
Conrado Estol destacó la importancia de cuidar el entorno de los jóvenes, ya que la adversidad durante la infancia puede dejar huellas permanentes en el cerebro. "Hasta los 20 años, el ambiente en el que se crían los chicos es fundamental. La toxicidad de ese ambiente, ya sea lo que comen, ven o beben, puede tener un impacto duradero en su corteza cerebral".
En cuanto a la astenia primaveral, el neurólogo sugirió que, en general, no debería ser severa. Sin embargo, si los síntomas persisten, es importante consultar a un médico. Además, recomendó una serie de hábitos saludables para contrarrestar la fatiga, como mantener una dieta equilibrada, dormir entre 7 y 8 horas, realizar actividad física y evitar fumar. "Suplementar con vitaminas no está de más, especialmente porque en invierno la alimentación suele ser más pesada y la ingesta de vitaminas es menor", añadió.
Finalmente, Estol advirtió sobre el aumento en los índices de suicidio en algunas regiones durante la primavera, un problema que afecta especialmente a los jóvenes. "Este letargo de cansancio primaveral puede ser muy duro y, en algunos casos, llevar a consecuencias graves. Es un problema universal y más frecuente en jóvenes", concluyó el neurólogo.
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