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El peligro oculto de rascarse los ojos: la fuerte advertencia oftalmológica

Cada vez más jóvenes y niños desarrollan queratocono debido a prácticas cotidianas aparentemente inofensivas.

Fernando García

Por Fernando García

6 Septiembre de 2024 - 15:55

Imagen ilustrativa. — Web

En una reciente entrevista con El Interactivo (lunes a viernes, de 12 a 14, por Facebook, YouTube y FM 91.7 de Ciudadano.News), Carlos Kotlik, jefe del Servicio de Oftalmología del Hospital Notti, alertó sobre las consecuencias de una práctica común pero peligrosa: rascarse los ojos con fuerza. Según Kotlik, esta acción, realizada frecuentemente por niños y personas, puede derivar en serios problemas oculares que incluyen el desarrollo de queratocono, una enfermedad que afecta a la córnea.

"Refregarse los ojos con el puño cerrado ejerce una presión excesiva sobre la córnea, lo que puede derivar en el queratocono, una patología en la cual la córnea adquiere una forma cónica en lugar de su curvatura habitual. Esta condición es grave y, de no tratarse, puede progresar hasta causar daños irreversibles, incluyendo la necesidad de cirugía", advirtió Kotlik.

La preocupación de los especialistas en oftalmología creció a partir de un estudio reciente que utilizó resonancia magnética nuclear para observar el impacto que el frotamiento excesivo tiene sobre el globo ocular. "Las imágenes muestran cómo todas las estructuras intraoculares se ven afectadas. Es alarmante lo que ocurre dentro del ojo cuando se ejerce esa presión", explicó el profesional.

El queratocono y las alergias, un peligro latente

Kotlik también señaló que el queratocono está estrechamente relacionado con maniobras repetidas de frotar los ojos. "Los niños y personas con alergias suelen rascarse los ojos con frecuencia, y esto puede generar queratocono a largo plazo. Aunque no tenemos todos los detalles sobre la prevalencia exacta, sabemos que la relación entre el queratocono y esta práctica es clara".

El oftalmólogo recomendó evitar el frotamiento intenso, incluso en casos de picazón o irritación ocular, y aclaró que tocarse los ojos suavemente no conlleva el mismo riesgo. "Una cosa limpiarse los ojos con té de manzanilla durante una conjuntivitis, pero otra muy distinta refregarse con el puño cerrado. Esta última es la acción que más daña la córnea", enfatizó.

El ojo seco: otro problema frecuente en zonas áridas

Además de las consecuencias del frotamiento ocular, Kotlik habló sobre el ojo seco, un problema especialmente prevalente en zonas de clima seco, como Mendoza. "Vivimos en un desierto, y la evaporación de las lágrimas ocurre más rápido que en lugares con mayor humedad. Esto puede agravar los síntomas del ojo seco, una condición que en Mendoza es muy común", explicó.

El especialista recomendó el uso de lágrimas artificiales con bajo contenido de conservantes para evitar la irritación ocular que puede generar la concentración de estos compuestos tras la evaporación del líquido. "Al evaporarse las lágrimas, el conservante que queda en el ojo puede causar inflamación. Es importante elegir productos adecuados y adaptados a las condiciones climáticas", añadió Kotlik.

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