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Cirugías estéticas tempranas: ¿dónde está el límite?

Toda consulta de menores debe contar con la presencia de uno de sus padres y es imprescindible profundizar sobre las motivaciones que trae el paciente

Por Redacción

04 de marzo, 2024 - 10:15

La cirugía estética en pacientes pediátricos y adolescentes merece consideraciones especiales. Son pacientes que crecen y evolucionan hacia la temprana juventud. Ellos presentan conceptos muy frágiles de su imagen corporal y autoestima. Ven los defectos o deficiencias estéticas como algo alejado del patrón de normalidad.

Toda consulta de menores debe contar con la presencia de uno de sus padres y es imprescindible profundizar sobre las motivaciones que trae el paciente, ya que muchas veces los deseos que van más allá de la cirugía producen desencanto.

Al respecto, la especialista en medicina estética Marcela Gómez Aragón, en entrevista con el programa Interactivo, de Ciudadano.News, señaló: “Hace muchos años atrás estaba muy de moda para los 15 años que las chicas pidieran como regalo las prótesis mamarias. Hoy ya no es tendencia. De hecho, muchas chicas hasta se están retirando los implantes, pero si sucede que tanto las hijas, y muchas veces también los padres, antes de la fiesta de 15, dicen para que ‘se vea un poco mejor, ¿podemos hacerle algo?’. Incluso nos han llegado pacientes con sus hijos que para que tengan la piel más brillosa nos sugieren si podemos ponerle un poco de toxina botulínica; y la realidad es que soy muy pro de hacer tratamientos estéticos para que el paso del tiempo pase lo mejor posible y que vayamos enlenteciendo el proceso de envejecimiento, pero no aconsejo arrancar a cualquier edad cuando no hay indicación”.

La idea errónea de que algo está mal con su cuerpo natural

Aragón enfatizó sobre  problema que traen los filtros o los estándares de belleza que pululan en las redes sociales: “Se empieza a generar algo que es muy loco, es esta cuestión de darles la posibilidad a los chicos, a los adolescentes, para que  empiecen a creer que hay algo está mal en su rostro y que se puede modificar, primero, porque utilizan un montón de filtros, están muy acostumbrados a ponerse en Instagram y ahí es cuando comienzan a cuestionarse: ‘¡Que bien me veo con este filtro, me quiero ver así todo el tiempo! y ven cada detalle de su rostro, dicen que su nariz o labios están bien, pero podrían estar mejor, y la realidad es que jamás vamos a llegar a un resultado como el filtro, y está bien que eso no suceda”.

Las cirugías más populares

“Se hace mucho implante mamario, blefaroplastia –que es retirar el exceso de párpado superior–, y se hace mucha lipoescultura, para reducir el abdomen. También muchas pacientes que tuvieron embarazo y tienen exceso de piel para retirar esa pielcita que quedó como más suelta, más flácida. Hoy, en la Argentina no tanto, pero en otros lugares del mundo está de moda ponerse prótesis glúteas”, explicó.

En cuanto a la rinoplastia, aconsejó que previamente se pueden realizar tratamientos no quirúrgicos: “Todo lo que es inyectable por ahí está bueno previo a realizarse una cirugía y someterse a un tratamiento con ácido hialurónico, entonces uno puede acercarse a cómo puede llegar a ser un resultado final, cómo se puede ver con una nariz un poco diferente, pero siempre dentro de límites, tratando de tener la característica propias, porque imaginemos que nosotros con medicina estética o plástica pudiésemos lograr el resultado que queramos, en poco tiempo todos seríamos iguales, ya que se pone de moda un tipo de nariz y labios, por ejemplo”.

Lograr los rasgos satisfactorios para cada rostro, el gran desafío

“El desafío más grande que tenemos los médicos que realizamos estética es poder rescatar cuál es el rasgo satisfactorio de cada rostro, porque todos tenemos detalles que nos gustan y otros que no. El desafío es poder resaltar la característica propia, y por ahí suavizar, disminuir algún, si se puede decir ‘defecto’ o algo con lo cual el paciente no esté conforme, pero no llevar a todos los pacientes hacia el mismo lugar, como el labio voluminoso que queda bien en todos los rostros, o la nariz pequeña que queda bien en todos los rostros. Uno tiene que aprender a quererse, a darse cuenta de que todos tenemos rasgos positivos que resaltar y habrá otros que por ahí no son los que están de moda, que no nos gustan, pero están bien para nuestra cara”, puntualizó la especialista.

Aragón hizo hincapié en la tarea de los médicos para dar herramientas a los pacientes y así puedan llevar a cabo un cambio natural y alejarlos de la imagen que les frece un filtro de Instagram: “Se generan expectativas a las que nunca vamos a llegar, porque hace que el paciente se sienta inseguro o inconforme en cómo es y eso no está bien, sí está bien querer vernos mejor, enlentecer el proceso de envejecimiento. En estética hay muchos tratamientos para mejorar la calidad de la piel, para que la pérdida de colágeno, la hidratación sea mucho más leve, para atravesar mejor los años, tampoco estaría bueno que una paciente de 50 años tenga el rostro de una chica de 15. Hay cosas que puede ir mejorando, pero siempre siendo respetuoso con las características de cada uno y con la edad”.

El consentimiento de los padres

“Todo menor de edad tiene que venir con sus padres, tiene que haber consentimiento, yo no realizo cirugía plástica, pero cuando hacemos tratamiento en medicina estética inyectamos, tiene que estar muy charlado con el paciente, porque la realidad es que la inconformidad a los 15 años es típica de la edad. Cambiar algo a esa edad es muy difícil, porque si más adelante uno hace las paces con las características propias, ya hubo modificación. Por ejemplo, una rinoplastia, una vez que uno se somete a una cirugía ya después es preferible no tocar. Hacer una cirugía sobre otra, empieza a salir mal y los resultados no suelen ser buenos. Uno tiene que estar muy seguro. Hay que tener límites, mucho cuidado y apoyo emocional”, enfatizó sobre la decisión de realizarse cambios a temprana edad, ya que la volatilidad del pensamiento es muy frecuente.

La importancia de informar los riesgos

“Uno tiene la obligación, como médico, de contar todo lo que puede pasar, cómo se puede llegar a ver, los resultados y es importante el consentimiento informado. Que el médico lea con el paciente el consentimiento, y le diga cuáles son los riesgos, no sólo en cuanto a resultados, por ahí el que no se cumplan las expectativas, sino también que puede haber una hemorragia, una inflamación anómala, una obstrucción vascular; uno tiene que saber a qué se somete. El médico tiene la obligación de decir qué está colocando, qué se le inyecta, cuáles son los riesgos del tratamiento. Tiene que saber si el resultado es al que uno aspira”, explicó.

Los cuidados al paciente

El primer acercamiento a un médico especialista en medicina estética tiene que ser para los cuidados de ese paciente, que aprenda a cuidar su piel, a verse mejor, usar toda la rutina de skincare. Lo que tiene que ver con cirugías, es una cuestión la personal. Considero que uno tiene que hacerlo tratar de esperar, porque todavía en menores de edad el cuerpo sigue cambiando. Hay edades prudentes, cuando uno logra ser más amigo de uno mismo y dice ‘esto realmente me hace mal, me molesta’, ahí lo podemos contemplar. Hay edades, y la adolescencia es compleja para hacer una intervención quirúrgica”, cerró la especialista.