Entrevista
Un proyecto para solucionar el problema de financiamiento de las universidades nacionales, apoyado por todos los bloques opositores en la Cámara de Diputados, logró media sanción por amplia mayoría y pasará a Senadores para su aprobación definitiva.
Esto constituyó un golpe legislativo de importancia para el Gobierno, y en caso de conseguir la luz verde de la Cámara alta, pondrá a prueba al presidente Javier Milei, ya que tiene poder de veto, lo que genera muchas expectativas en el ámbito académico.
Entrevistado en el programa Círculo Político, de Ciudadano News Radio, el economista jefe de la Consultora Vectorial, Haroldo Montagu, destacó al respecto que "desde el inicio del mandato de esta gestión gubernamental, una de las partidas presupuestarias que más ha sufrido es precisamente la inversión en universidades públicas por dos lados diferentes".
"Primero, la pérdida del poder adquisitivo que ha registrado el salario de docentes y no docentes, una pérdida por debajo de la inflación de cerca del 20%, o sea, han perdido bastante respecto a los niveles inflacionarios de estos primeros siete u ocho meses". Y en segundo lugar, a la par de esta pérdida también hay una caída de aproximadamente 40% con respecto a la inflación de la inversión que el Estado realiza en las universidades. Esto se ve en materia de inversiones edilicias, gastos de funcionamiento y todo el resto de gastos que precisa para funcionar, desde la persona que abre la puerta hasta la compra de equipos técnicos, hospitales universitarios, todo un gasto muy importante y significativo", explicó el entrevistado, que fue viceministro de Economía en la gestión de Martín Guzmán.
Y agregó que "toda la transferencia que realiza el Estado a las universidades es una inversión muy significativa, porque el principal financiamiento de la investigación científica en Argentina proviene de fondos públicos. El Conicet, las universidades y otros organismos públicos dedicados a la investigación científica se financian con fondos públicos, entonces este recorte es muy significativo y peligra el normal funcionamiento de la investigación, de la educación universitaria".
"Contamos con un Presupuesto congelado porque no se aprobó uno nuevo en 2024, y estamos con partidas congeladas del '23 que provienen de fines del '22. Entonces, ese es el atraso. Ahora, no todas las partidas presupuestarias han tenido estas demoras, recortes y atrasos, y el Gobierno tiene la posibilidad y discrecionalidad para aumentar y corregir estas partidas universitarias", consideró Montagu.
Después recordó que "en abril se realizó una marcha universitaria multitudinaria, tal vez la más importante, convocada a raíz de esta política del Gobierno. Eso me parece muy significativo, porque más allá de las cuestiones partidarias políticas, reunió a toda una sociedad que valora a la universidad pública. Y fue una marcha que el Gobierno la sintió porque al día siguiente tuvo que salir a justificar que era una causa noble y alguna partida presupuestaria se liberó".
Por otra parte, opinó que "lo que está ocurriendo ahora es que, ante la inacción del Gobierno, el Congreso está tomando las riendas de esto y ya hay media sanción en Diputados para un proyecto de financiamiento universitario que compense este recorte. En él se propone dos cosas: una recomposición salarial de los docentes desde diciembre 2023 y que se vaya actualizando con el INDEC, y algo similar con los gastos de funcionamiento universitario. Veremos qué pasa en el Senado, aunque de todos modos, en caso de que se apruebe esta ley, es importante ver qué hará el Ejecutivo, porque tiene poder de veto".
Montagu se refirió también a las posibilidades de arancelamiento, que siempre se discuten cuando surgen estas cuestiones. En ese sentido, expresó: "Mi visión tiene que ver más por el lado de las finanzas públicas. El financiamiento de las universidades públicas es a través de los impuestos, y en un sistema tributario progresivo, tributan más quienes más ganan. Estamos hablando del modo de funcionamiento de la sociedad que los argentinos hemos elegido para convivir. Entonces; ¿por qué arancelar la universidad y no el acceso a una plaza, por ejemplo?".
Y continuó expresando que "el tema se complejiza cuando se habla de arancelamiento a estudiantes extranjeros. Pero cualquier extranjero que resida en la Argentina paga impuestos cuando hace una compra, cuando va a algún lugar y de alguna manera eso es lo que contribuye al financiamiento del sector público. y ahí también entran las universidades. Recordemos que el gasto universitario es el 3% del total del gasto de la Argentina, y en comparación con las jubilaciones, con el gasto social o con la inversión pública es pequeño en términos relativos. Entonces, ¿por qué no lo financiamos con impuestos, como lo hemos venido haciendo hasta ahora?"
"En el país hay una tradición de defensa de las ideas y los mecanismos universitarios que es histórica, y también de una sociedad universitaria organizada que se planta ante estos ataques. Entonces, ahí es válido este reclamo. Y aclaro que soy docente en dos universidades públicas -la Universidad Nacional de Moreno y la de Avellaneda- y hemos tenido una buena respuesta por parte de los alumnos al plantear estos problemas, y contamos con su apoyo cuando elaboramos estos reclamos", aseguró el entrevistado.
"También en lo discursivo, en el liberalismo, al cual el Presidente adscribe y saca pecho por eso, uno de los valores que siempre se mencionan como solución a todos los problemas de toda índole de un país, es la educación. Pero en la práctica ocurre lo contrario, y ahí se debe marcar esa inconsistencia", opinó finalmente Montagu.