Estos videos ponen en duda la versión oficial sobre la muerte de Facundo Molares
Varios videos, de manifestantes y de cámaras cercanas, muestran lo minúsculo de la protesta y cómo varios efectivos someten al hombre que murió en pleno Obelisco porteño
La muerte del militante político Facundo Molares este jueves cerca de las 17 en el Obelisco porteño, en pleno desalojo por parte de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires, quedó grabada desde varios ángulos.
No se trata de un detalle porque la versión oficial habla de que Molares murió de un paro cardíaco por “factores de riesgo preexistentes”, como la obesidad evidente que sufría el hombre de 48 años.
Funcionarios del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires también hablaron de que el manifestante “se desplomó”, dando a entender que se descompensó sin intervención de nadie, menos de un efectivo policial.
Se va a complicar sostener estas versiones en sede judicial porque hay numerosos videos que ponen en duda (al menos), la historia oficial. Quizás el más elocuente es el que sigue, donde se escucha incluso a una periodista, advirtiendo, con desesperación, que Molares estaba “morado”. “¡No puede respirar!”, se escucha claramente entre los gritos de otras personas que veían cómo el hombre estaba sufriendo una descompensación grave.
En otro video, más largo y general, se ve en “enfrentamiento” entre el minúsculo grupo de manifestantes (que protestaban contra la “farsa de la democracia” en la plaza del Obelisco, sin cortar ninguna calle) que es rodeado numerosos efectivos policiales. Un agente de azul ataca a una mujer mayor que desata la reacción de sus compañeros, no más de 10.
Del otro lado de la línea de choque de la Policía de la Ciudad, se ve a cuatro personas siendo sometidas por varios efectivos que los tenían inmovilizados contra el piso. Entre ellos, estaba Facundo Molares.
El tercer video, tomado del canal de noticias TN, está tomado desde lejos. Ahí se pueden observar varias cosas: por un lado, lo pequeño de la protesta y la desmesurada presencia policial. Repetimos: no estaban en la calle, no estaban cortando la circulación de vehículos, por eso es muy llamativa la decisión de “desalojar” el lugar de la manera en que se hizo, con represión, detenidos y golpes.
En ese registro visual queda claro que, por lo menos, hubo abuso de la fuerza. También permite observar que no hay ningún manifestante que se “desplome”, sino más bien lo contrario. A Molares lo tumban y lo inmovilizan con el polémico método de ponerle una o varias rodillas en la espalda, presionando la cabeza contra el piso.
Como era lógico, la fiscal de Instrucción a cargo de la investigación, Marcela Sánchez, pidió la totalidad de las cámaras de seguridad cercanas al Obelisco donde murió Molares cuando era arrestado por la Policía de la Ciudad. Incluso la fiscal separó de cualquier pericia a la fuerza, claramente en la mira, y se dio intervención a la División Judiciales de la Policía Federal.