1 Abril de 2021 - 14:35
Este miércoles el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) informó que la pobreza creció al 42% hacia fines de 2020, cifra que equivale a alrededor de 19,2 millones de personas, y en este marco, Patricia Bullrich le escribió una carta al presidente Alberto Fernández.
La dirigente del PRO eligió su cuenta de Twitter para dar a conocer la misiva, en la que le pidió que "gobierne, no opine".
"Usted plantea un dilema cuyas salidas son brutalmente crueles. Otra vez habla de número de muertes, cuando ya pasamos las 55.000, y con eso justifica 19 millones de pobres", comenzó.
Y agregó: "Se trata de 3 millones de nuevos pobres. Por favor, no vuelva a la falsa dicotomía del año pasado, que nos significó una de las tasas más altas de muertos y de pobres".
Luego enumeró seis razones que explican los porcentajes de pobreza y luego tres sugerencias para "salir del desastre".
A continuación, los primeros puntos que dio Bullrich sobre el incremento: Por el shock económico derivado de la cuarentena eterna. El mundo entero sufrió la pandemia, pero nuestra economía fue una de las que más cayó: sufrimos el doble de impacto que el promedio de Latinoamérica. La clase media se vio destruida: cerraron miles de comercios, se perdieron empleos, los prestadores de servicios se quedaron sin demanda. Meses sin trabajar. Y cuando pudieron hacerlo nuevamente, con un ritmo mucho más lento, se encontraron con nuevos impuestos y un aumento a los Ingresos Brutos, como si nada hubiera pasado. Ese es uno de los motivos reales del aumento de la pobreza. La pérdida de más de un año de educación, que significa una pérdida de horizonte para las nuevas generaciones capaces de entrar al mundo del trabajo y del emprendedurismo. Las mujeres que trabajaban en tareas domésticas también perdieron masivamente sus empleos. Las barreras ridículas como la doble indemnización, que no frenó el aumento de 2 millones de nuevos desocupados y que impiden la reactivación laboral. Múltiples barreras legales y operativas que impiden la creación de empleos. La suba permanente de impuestos, que impiden reabrir negocios cerrados por la pandemia y condenan a las familias a consumir ahorros.
Y luego indicó algunos puntos que ella consideró como la solución: Facilitar la contratación, apostar al trabajo y no a más planes y más transferencias. Debe poner en Educación a alguien con cabeza transformadora, que conciba la revolución educativa, que se anime a discutirle al pensamiento conservador y retrógrado de algunos de los gremios docentes, como Sarmiento, a enfrentarse al establishment de la educación para innovar. Debe animarse a sacar del medio a los movimientos sociales, que sólo sacan gente a la calle y no han logrado construir un modelo que le dé al ciudadano una salida digna de la pobreza. Sólo saben pedirle al Estado. No han logrado una sola transformación cultural en sus bases.
Por último, sin rodeos la presidenta del PRO planteó: "Presidente, repiense sus prioridades. Dedica 10 hs por día a los problemas judiciales de su Vice ¿Cuánto dedica a la pobreza, la desocupación, a entender las trabas de la Argentina? Por no romper los esquemas fracasados; repite todo lo que fracasó. ¿No tiene el coraje de cambiar?".
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