Cornejo, el primer radical en ser dos veces gobernador de Mendoza

 Alfredo Cornejo rompe en parte una tradición que se había impuesto en la historia institucional provincial al lograr por segunda vez acceder al cargo de gobernador de Mendoza.

Según la actual carta magna mendocina, Cornejo se decidió por esa opción en la que antes había fracasado dos veces el ex mandatario radical Roberto Iglesias.

La historia remite al legendario gobernador del Partido Demócrata Francisco Gabrielli que fue elegido dos veces para una gestión que duraba tres años según una antigua reforma. En las dos ocasiones que “Don Pancho” accedió al poder local fue desplazado en 1962  y 1966 por una intervención federal.

La tercera vez que ocupó el despacho del cuarto piso fue como delegado de la dictadura  militar de Juan Carlos Onganía, luego renunció como consecuencia del “Mendozazo” en 1972.

Por eso es destacable la posibilidad de que el mandatario electo este domingo acceda al cargo para poner en el tapete la acción de destrabar la reelección prohibida mediante una reforma a la rígida constitución local.

Visión nacional

Lo que para los mendocinos es un paso más del prolijo sistema institucional establecido desde 1916 y con solo unas pocas enmiendas importantes, para la política nacional es una tema para tener en cuenta.
Cornejo salta a la escena nacional cuando es elegido en dos oportunidades como presidente del comité nacional de la UCR, cargo que comparte en el ejercicio de una banca en el Senado de la Nación.
Luego de intentar una influencia suficiente para aspirar a una candidatura a presidente o a vicepresidente resuelve probar en Mendoza para suceder a Rodolfo Suarez.

Éste último a su vez participa en un enroque postulándose como candidato suplente a senador nacional en las elecciones de 2021. De modo que cuando Cornejo deba renunciar a su banca para venirse a la calle Peltier será Rodolfo Suarez quien lo remplace para acompañar a Mariana Juri.

Mayoría y control de la legislatura

En Mendoza no hay segunda vuelta y la Gobernación se gana por simple mayoría de votos y los casi 10 puntos de diferencia con la fórmula de Omar De Marchi-Daniel Orozco significan una cómoda posición en la que el principal a vencer son los errores propios. 

Sin embargo en el Poder Legislativo es donde se desencadenarán todas las tormentas prometidas por una oposición que pone foco en la reiterada acusación de autoritarismo y hegemonía del futuro gobernador a quien le endilgan entre otras cosas manipular al Poder Judicial al estilo kirchnerista.

A partir de los resultados provisorios, que se los llama así hasta que no se hace el escrutinio definitivo, Cambia Mendoza está empatado con el resto de la oposición en el Senado provincial, cámara que tiene 38 bancas, mientras que en Diputados tiene dos legisladores más que los necesarios para tener quorum propio en un recinto que  reúne a 48 integrantes.

En el acto electoral de domingo se renovaron la mitad de las bancas de ambas cámaras, 19 senadores y 24 diputados que representan a los 4 distritos electorales en que está dividida la provincia.

Con los números en la mano Cambia Mendoza sentará a 19 senadores, el peronismo del Frente Elegí contará con 10 lugares, a la Unión Mendocina le quedaron 8, al Partido Verde un bloque unipersonal y la izquierda se quedó sin lugar.

Así las cosas las negociaciones serán imprescindibles para avanzar en todo tipo de políticas y en caso de empate la vicegobernadora Hebe Casado tendrá un voto para quebrar la paridad.

Distinto es el caso de la Cámara de Diputados de la provincia en el que Cambia Mendoza acapara 26 sitios y, al superar la mitad más uno (25 diputados) tiene la posibilidad de sesionar con quorum propio, pero deberá negociar para llegar a los dos tercios necesarios para muchas leyes que necesitan esa mayoría especial, como por ejemplo tomar deuda.

La aplicación del sistema proporcional de D’Hont para componer los cuerpos colegiados reparte 10 diputados para el Frente Elegí y otros 10 para La Unión Mendocina. El Partido Verde de Mario Vadillo tendrá dos legisladores y la izquierda acá también se ha quedado sin representación.

Teniendo en cuenta las rispideces de la campaña y las promesas de guerra, se prevé una época de muy arduas y difíciles negociaciones.