Brutal crimen

Mató a su vecino con 50 puñaladas para robarle una garrafa y se fue a dormir

El cuerpo fue hallado con múltiples heridas de arma blanca en su casa de Mar del Plata. Un joven de 23 años fue detenido horas después del crimen, mientras dormía en la casa de su madre.

Redacción

Por Redacción

7 Septiembre de 2024 - 10:44

Gentileza diario La Capital — .

Un joven de 23 años fue detenido acusado de asesinar de 50 puñaladas a su vecino, Luis Arturo Aravena Ramos (45), en un violento episodio ocurrido en el barrio Santa Rosa del Mar, Mar del Plata.

El crimen, que conmocionó a la comunidad, fue descubierto el jueves, pero trascendió en las últimas horas, cuando el dueño de la casa en la que residía la víctima encontró el cuerpo en medio de un charco de sangre en el comedor.

Según la fiscal María Florencia Salas, el asesinato habría ocurrido cerca de la medianoche del miércoles y la víctima presentaba más de 50 heridas de arma blanca, una de las cuales, en el cuello, fue la que causó su muerte, de acuerdo con los peritos forenses.

El presunto agresor, cuya identidad aún no ha sido revelada oficialmente, vivía en los fondos de la misma propiedad, junto a su madre y padrastro. Según la reconstrucción policial, el joven habría ingresado al domicilio de Aravena con la intención de robar cualquier objeto de valor que pudiera revender. Entre los elementos sustraídos se encontraban una garrafa y un televisor.

Después de cometer el crimen, el sospechoso se dirigió a la casa de su madre para dormir. En el lugar, la policía encontró ropa y una sábana con manchas de sangre, lo que reforzó las sospechas en su contra. Fue localizado horas más tarde en las cercanías de un comedor comunitario en el barrio San Jacinto, a unos 4 kilómetros de la escena del crimen.

En la vivienda de la víctima, la policía secuestró un cuchillo que habría sido utilizado para las heridas mortales, aunque no se descarta el uso de otra arma blanca, dada la naturaleza superficial de algunas lesiones. La fiscal Salas aseguró que el joven asesinó a Aravena Ramos para facilitar el robo, por lo que la causa fue caratulada como "homicidio criminis causa", un delito que prevé la pena de prisión perpetua.

Durante la audiencia, el sospechoso se negó a declarar y mostró señales de arrepentimiento, llorando durante gran parte de la misma. Su defensa solicitó que se le realicen evaluaciones psiquiátricas y psicológicas.

Luis Arturo Aravena Ramos, era chileno y se dedicaba a la venta de carne asada y choripanes para subsistir. Según allegados, el día anterior al crimen había invitado al joven a su casa, en un gesto de amabilidad que terminaría de manera trágica.