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Mendoza, una isla en el país

Con una gobernación fuerte, nuestra provincia sigue apostando a la esperanza del cambio propuesto por el Gobierno nacional y no quedarse en el pasado. Mientras, puertas adentro se está gestando la continuidad de una administración que pone su esfuerzo en el orden y la honestidad

08 de mayo, 2018 - 16:42

Cuando uno puede suponer que el exitoso Gobernador de Mendoza, en estas épocas de “apocalipsis monetaria”, podría despegarse del Gobierno nacional, no lo hace. Es que no está en la esencia del primer mandatario provincial proveniente de la agrupación Franja Morada abandonar el barco ante la primera ola de cinco metros que lo sacude. 

Todo lo contrario, este gobernador mendocino es un político y militante desde la cuna, conocedor de inclemencias desde su terruño San Carlos. Por eso desde su lugar sigue apoyando y operando para que la aspiración de Cambiemos continúe en el tiempo, manifestando en cada oportunidad que puede  que “ese proyecto está por arriba de los intereses partidarios del PRO y de la UCR”.

Sabedor de que es un gobernador elogiado en el país y un ejemplo que varios quieren copiar e imitar producto de su determinación para cambiar las cosas en beneficio de la gente, como fue la impronta ante varias voces opositoras para implementar el “Ítem Aula”, que le permitió a nuestra provincia y a nuestros hijos poder volver a ver y tener el privilegio de gozar de una sola maestra titular y olvidarse que hasta hace dos años atrás los chicos, tenían hasta cuatro maestras por año (con miles licencias truchas, cientos de enfermedades inventadas y por miles de licencias por derechos sindicales).

Cornejo sigue apoyando al Gobierno nacional, aun haciéndole sentir algunas diferencias –como en el caso de las tarifas de gas–, pero no con críticas demagógicas propias de los que están lejos del poder, sino con un proyecto serio que permite el pago en cuotas para aliviar el bolsillo el trabajador.

¡Qué fácil sería despegarse del Gobierno nacional ante la primera tempestad y ante tanto amarillismo periodístico proveniente del kirchnerismo! 

Pero ni Cornejo ni los mendocinos son así; por el contario, son serios y trabajadores y le ponen el pecho a la adversidad porque saben de granizos que impiden cosechas y de volver a levantarse sabiendo que no hay “recetas mágicas”.
Son épocas de sacrificio y no de tratar de llevar agua a su molino, como hacen algunos políticos oportunistas que con esa conducta personal continúan alejándose de la gente, que sabe quiénes son los vende humo y quiénes hacen la plancha y nunca se la juegan.

Cornejo es todo lo contrario a esos políticos rodeados de una aureola de buena gente por sus caras de buenos: él se la juega por su provincia más allá de si sus actos de gobierno son populares o no, aunque sí sabe que son efectivos. Y lo hace porque tiene la responsabilidad de terminar estos dos años de gobierno tratando de continuar con una gestión responsable y eficiente, y cuidando el destino de los impuestos que pagan todos los mendocinos.

Para eso tiene que seguir siendo duro y fuerte a la hora de escuchar el reclamo, muchas veces ilógico y absurdo de algunos gremialistas que solo piensan en su beneficio personal.

Una apuesta al orden

Nadie puede predecir el futuro y menos cómo votarán los mendocinos en 2019, pero después de ocho años de desastrosos gobierno del FPV, de los que ni vale la pena volver a mencionar sus errores con cientos de hechos de corrupción y de ineficiencia, el actual Gobierno ha puesto una vara muy alta, la que hay que mantener y tratar de superar.

Por eso ahora, cuando varios apresurados hablan de los herederos a la gobernación, y después de  varios políticos que se anotan  y que solo se los ve en las fotos de sociales, es menester recordarles que el ciudadano común aspira a gobiernos y gestiones honestas y responsables.

No está en el deseo de los mendocinos andar mencionando y arriesgando nombres al azar, sino que desea continuar con el orden institucional que este Gobierno ha logrado, que ha vuelto a poner a Mendoza entre las provincias mejor gobernadas del país, más allá de las figuras que suenan por estos tiempos.

No son épocas para tragarse espejitos  de colores, o esas figuritas que se venden en épocas de mundiales de fútbol, donde hay una que nunca aparece para completar el álbum.

Por el contrario, varios apuestan a continuar con la impronta de este gobierno de Cornejo. Son hombres jóvenes, profesionales serios y capacitados que ponen todo su esfuerzo a favor de la provincia.

Tampoco es tiempo de hacer futurología; los candidatos se irán decantando en el cedazo de la política como sucede desde siempre.

Cornejo, como uno de los mejores gobernadores que pisó estas tierras, seguramente contribuirá desde su fortaleza política para apoyar la continuación de esta gestión gubernamental en beneficio de toda la provincia. 

Indudablemente influirá de modo tal que el próximo candidato de su frente continúe con esta forma de administrar, que se ha caracterizado por ser fuerte, que no cede ni le tiembla el pulso a la hora de establecer políticas de Estado para reformar la educación a pesar de sus gremialistas, la salud, la seguridad (mandando a disponibilidad a más de una decena de comisarios) y la Justicia (a pesar de la corpo judicial y de Marcos Niven). 

Todos hechos que le han significado un costo político, pero que los mendocinos agradecen después de haber tenido que soportar casi una década de gobiernos justicialistas incapaces  que hundieron a una provincia como Mendoza, que siempre se jactó de ser una de las más ordenadas del país.