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El 'líder de los copitos' dice que no tiene nada que ver

Gabriel Carrizo aseguró que solo tenía una relación comercial con Fernando Sabag Montiel y su novia. Además, expresó que los mensajes que lo incriminan son una broma

Por Redacción

16 de septiembre, 2022 - 22:30

Gabriel Carrizo, el presunto líder de la 'banda de los copitos', declaró en Comodoro Py por el intento de asesinato contra la vicepresidenta Cristina Kirchner. En sus dichos, negó las acusaciones en su contra respecto a la planificación y la intervención activa en el hecho.

 

Las pruebas que lo inculpan

Carrizo quedó relacionado con la causa a partir de unos mensajes enviados en una conversación familiar. En estos comentó que “esto no tenía que haber terminado así” y agrega que le había entregado a Fernando Sabag Montiel, quien intentó disparar contra la vicepresidenta, un arma 22 que no funcionó.

El abogado de Carrizo, Gastón Marano, aseguró que todo fue un chiste de mal gusto dirigido a un familiar kirchnerista. Posteriormente, expresó que el detenido nunca tuvo un arma y que, de hecho, la pistola utilizada no era una 22 sino una Bersa calibre 32. 

Además, desmintió ser la persona que aparece en una fotografía en las cercanías de la casa de la vicepresidenta. “Dijo que no es él y que ese día estuvo en el Parque de la Costa, en Tigre, vendiendo copos de azúcar. Para acreditar eso vamos a pedir una triangulación de llamadas y aportar información sobre los datos del viaje para corroborar lo que dijo”, expresó el abogado Marano.

Carrizo es el cuarto detenido de la causa y está acusado de haber participado en la planificación y organización del ataque a la vicepresidenta. El primero en ser apresado fue Sabag Montiel, quien se acercó a Cristina Kirchner y gatilló el arma; luego cayó su novia,  Brenda Uliarte, y posteriormente Agustina Diaz, una amiga de la muchacha.

 

La indagatoria

Comenzó a las 16 y se realizó ante la jueza federal María Eugenia Capuchetti y el fiscal Carlos Rívolo. Según los testigos “arrancó muy enojado”. Fue detenido luego declarar como testigo el lunes 5 de septiembre y entregar voluntariamente su celular, lo que llevó a los investigadores a los mensajes.

Ese hecho llevó a la defensa a pedir la nulidad de las pruebas del teléfono, considerando que con la información que aportó, dando la clave del teléfono, se autoincriminó. Por su parte la fiscalía rechazó el planteó porque lo había aportado voluntariamente. Será la jueza la que deba resolver al respecto.

Si bien la defensa le recomendó no declarar, el acusado quiso hacerlo. A lo largo de su testimonio lloró en varias oportunidades. 

Está imputado de “la planificación del intento premeditado de dar muerte a Cristina Elisabet Fernández de Kirchner”, al igual que los otros tres detenidos, y de que “intervino de forma activa en la planificación del suceso, habiendo aportado para su realización un arma de fuego tipo pistola calibre .22 corto, la cual finalmente no fue la empleada para concretar el delito planificado”. 

 

Su relación con los otros acusados

En su declaración explicó que a Sabag Montiel y a Uliarte los conoce hace tres meses. Allí el otro detenido le comentó que estaba sin trabajo por lo que le ofreció vender copos de azúcar. Por lo tanto, aseguró que su relación es solo comercial y que duró solo un mes. 

Carrizo nunca escuchó ninguna referencia de ellos de querer matar a Cristina Kirchner y no tiene mensajes en ese sentido. De hecho la prueba que lo involucra es de su celular. También dijo que no pertenece a ningún partido político”, dijo su abogado luego de la indagatoria. “Hizo un comentario de pésimo gusto. Hay conversaciones inconvenientes pero nada que demuestre que haya participado de un atentado”. 

Luego del intento de homicidio, Uliarte se comunicó con él y otros de los vendedores de copos contándoles lo ocurrido y expresando que no estaba relacionada. Ella pasó la noche en la casa de una expareja y Carrizo aseguró que descubrió que la joven mentía un rato antes de que fuera detenida.

Finalizado la indagatoria, Carrizo fue trasladado por la Policía de Seguridad Aeroportuaria al camión que lo llevó a su lugar de detención. Ahora debe esperar la definición de la jueza Capuchetti acerca de su libertad y la nulidad de las pruebas de su teléfono.