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Aseguran que Thomsen llora todos los días en la cárcel y tienen miedo de "que se suicide"

Según trascendió, el joven además lee la biblia y se encuentra muy solo 

Por Redacción

14 de febrero, 2023 - 07:39

El pasado lunes 6 de febrero se conoció la sentencia por el crimen de Fernando Báez Sosa, y los ocho rugbiers fueron imputados y ya se encuentran presos en un penal, hasta que se sepa dónde van a pasar su condena.

Máximo Thomsen (uno de los rugbiers que recibió cadena perpetua) y uno de los principales acusados de ser el "líder" de la banda que atentó contra la vida del jóven, fue aislado del grupo de 8 y según Crónica TV, su estado preocupa tanto al penal como a toda su familia.

Según tracendió el joven se encuentra en estado depresivo y "llora todos los días", además de que lo han encontrado "leyendo la bibilia". "Mi vida no tiene sentido, nadie me quiere”, habría dicho Máximo Thomsen. Al mismo tiempo fuentes cercanas indicaron que "Tienen miedo de que se quite la vida".

El joven tenía una buea vida en Zarate, donde nació y en donde creía que le esperaba un gran futuro deportivo. Pero sus actos, cambiaron el destino que imaginaba. Su vida cambió por completo después de sus vaciones en Villa Gessel y su entorno no lo aceptó, además de que el club de San Isidro inmediatamente expulsó a Máximo Thomsen cuando se lo acusó del crimen de Fernando Báez Sosa.

En este último tiempo perdió todo lo que tenía y muchas personas comenzaron a alejarse, algo que afecta de alguna manera al estado psicológico de una persona. De acuerdo con lo que se sabe, el joven pasará los mejores años de su vida encerrado y con una condena social que no olvidará jamás.

Su realidad ahora es distinta y es por eso que se especula que el joven afrontará sus consecuecias como pueda, 

Cabe destacar que el joven se desmayó al escuchar la sentencia del juicio y se mostró muy cercano a dios, algo diferente a lo que era antes. Un testigo precisó: "Acá todos sabíamos que esa bandita salía a buscar pelea. A veces ni siquiera tomaban alcohol, salían a pelearse”, contó un vecino. “Máximo no era el que buscaba pelea, esos eran los Pertossi, pero cada vez que había piñas Máximo se transformaba y no lo podían parar”, relataron personas cercanos.