130 Años UCR, nuestras banderas más necesarias que nunca

Celebramos un nuevo aniversario de la Unión Cívica Radical. 130 años de un partido con sus bases e ideologías vigentes, para una Argentina actual en crisis. Estos ciclos sin fin de vaivenes, tienen su causa en la falta de instituciones fuertes con divisiones de poderes claras, fundamentales para un sistema democrático y republicano.

La UCR tiene hoy un gran rol que ocupar en la defensa inclaudicable de la educación, que se erige como herramienta igualadora y de movilidad social. La educación debe volver al centro de la agenda pública y de todos los gobiernos; esto es indispensable para asegurar el futuro de niños, niñas y jóvenes, y más aún por los últimos acontecimientos dados en nuestro país.

En este sentido, ha sido primordial la lucha y el esfuerzo del gobernador, Rodolfo Suarez, quien buscó, en un momento tan particular como el que vivimos, encontrar un equilibrio esencial entre salud, economía y educación, siendo esta última la única posibilidad de acceder a un futuro mejor y más equitativo para los más jóvenes.

El acceso al trabajo, la formación, la capacitación y la libertad para el desarrollo personal y de la sociedad en su conjunto, son esenciales para crear oportunidades para los y las jóvenes, por lo que es, y debe continuar siendo, la principal razón de nuestro centenario partido en estos tiempos.

La agenda del desarrollo debe contemplar un acceso planificado, estratégico e igualador, en el que jóvenes y mujeres no sean los más perjudicados, y por lo tanto hacia dónde debemos dirigir nuestros esfuerzos. En este contexto de crisis, la Educación, el dictado de clases presenciales en particular, son imprescindibles para garantizar derechos.

Finalmente merece especial reconocimiento el rol histórico desempeñado por el Radicalismo personalizado en sus mujeres militantes y su lucha constante e incansable por los derechos de todas nosotras. Este partido surgido a fines del siglo XIX, arraigado a las clases medias y más vulnerables, siempre bregó por la ampliación de la ciudadanía y la reformulación de los pactos políticos que existían en torno a la legitimidad de las instituciones políticas.

Esta lucha, estuvo marcada en gran parte por mujeres como Rosa Martínez de Vidal que en 1916 fundó el primer Comité Feminista Radical en Lanús, llegando a contar con más de cien filiales en la Provincia de Buenos Aires. Mujeres como Elvira Rawson creadora de la Asociación Pro Derechos de la Mujer que contó con más de 11.000 afiliadas. Espacios de lucha por el voto femenino en 1928 en la provincia de San Juan, en donde se reformó la constitución provincial reconociendo el derecho de las mujeres a votar y a presentarse como candidatas por primera vez.

Nuestros derechos como mujeres también han sido históricamente defendidos por nuestros representantes, tal es el caso de Raúl Alfonsín, el Padre de la Democracia, por mencionar a uno de ellos. Alfonsín fue el presidente que en su discurso de campaña en el año 1983 dijo: “De las mujeres argentinas que sufren todavía las consecuencias de esta sociedad anticuada y machista que ni siquiera le confiere la posibilidad de compartir la patria potestad de sus hijos”. El mismo Presidente que impulsó la ley de divorcio, la patria potestad compartida, la legalización de la convivencia y el casamiento de personas divorciadas.

Quienes nos enrolamos en los postulados del radicalismo, somos las hijas de Norma Allegrone, primera diputada que presentó un proyecto de Ley de cupo femenino, y de Florentina Gómez Miranda, autora del primer proyecto de despenalización del aborto, atendiendo al derecho de toda mujer a decidir sobre su propio cuerpo en casos de violación.

Por lo mencionado, por lo que queda por hacer y por el futuro de nuestra Argentina es que hoy celebramos este nuevo aniversario; un nuevo año, con enormes desafíos y metas en conjunto a lograr, y con las mismas bases ideológicas y el compromiso del esfuerzo denodado para lograr hacer de nuestro país y nuestras localidades, un lugar digno para vivir y asegurando, a las generaciones venideras, la herencia de instituciones fuertes al servicio de la comunidad.

Sigue intacto el orgullo de ser la vida, la paz y la lucha a 130 años del nacimiento de la UCR.