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Xi Jinping va por su tercer mandato en China y adopta un tono desafiante

En el cónclave que reunió a 2.300 delegados de todo el país en el Gran Salón del Pueblo en expansión en el lado oeste de la Plaza de Tiananmen, el mandatario expuso lo acontecido en los últimos años de su Gobierno

Por Redacción

17 de octubre, 2022 - 11:24

Xi Jinping, el presidente de China defendió la línea dura de su régimen ante el congreso de la élite de gobernantes del país. El mandatario respondió a las duras críticas de los estragos de la pandemia por lo que actualmente se centra el ascenso de su país en un contexto de crecientes amenazas globales.

Unos 2.300 delegados de todo el país se reunieron en el Gran Salón del Pueblo en expansión en el lado oeste de la Plaza de Tiananmen en medio de estrictas medidas de seguridad y cielos azules después de varios días de niebla en la capital china. Se espera que Xi, de 69 años, gane un tercer mandato al final del congreso de una semana, que comenzó ayer, y consolide su posición como el líder más poderoso de China desde Mao.

En su discurso, Xi describió los cinco años transcurridos desde el último congreso del partido como “extremadamente raro y anormal”.

Xi usó su declaración de apertura para afirmar que su década en el poder había traído logros históricos. Señaló la campaña del partido contra los funcionarios corruptos, la limpieza ambiental y la represión de los manifestantes antigubernamentales en Hong Kong como victorias clave.

Además, describió la política exterior china como una serie de éxitos para defender el “acoso” y el proteccionismo occidentales, aparentemente refiriéndose a disputas sobre derechos humanos, tecnología y el reclamo de Beijing sobre Taiwán.

 

Xi Jinping, presidente de China

 

El presidente chino, pidió un desarrollo militar acelerado durante su década en el poder, ya que su Gobierno "abogó por una política exterior cada vez más asertiva y reforzó su control sobre la información y la disidencia en el país".

Por lo reclamos de los mares del sur y este de China y una parte un área del Himalaya, es que Beijing está en conflicto con Japón, India y varios gobiernos del sudeste asiático por los reclamos de los mares del sur y este de China. Estados Unidos, Japón, Australia e India formaron un grupo estratégico llamado Quad en respuesta.

En sus más de dos horas de discurso, la mayor ovación llegó cuando Xi reafirmó su oposición a la independencia de Taiwán,  denunció la injerencia de “fuerzas externas” en esta isla con un autogobierno y advirtió que China “jamás renunciará al uso de la fuerza” para reunificarla.

“Intentaremos perseguir la perspectiva de la reunificación pacífica con la mayor sinceridad y los mayores esfuerzos, pero nunca nos comprometeremos a renunciar al uso de la fuerza”, advirtió.

Durante su década en el poder, Xi puso a China en un camino cada vez más autoritario que priorizaba la seguridad, el control estatal de la economía en nombre de la “prosperidad común”.