Un informe denuncia que Rusia envió a 6.000 niños ucranianos a "campos de reeducación"

Un informe del Laboratorio de Investigación Humanitaria de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Yale reveló que Rusia instaló a miles de niños ucranianos en campos, donde son sometidos a propaganda rusa, entrenamiento militar e incluso adopción forzada. El documento ha sido respaldado por el gobierno de los Estados Unidos.

Según los investigadores, esta campaña viola los Convenios de Ginebra, y podría constituir crímenes de guerra, contra la humanidad, e inclusive genocidio. Las edades de los menores sustraídos van desde los cuatro meses hasta los 17 años.

Esta investigación contó con el apoyo de la Oficina de Operaciones de Estabilización de Conflictos, organismo que pertenece al Departamento de Estado. Si bien se estima que los niños apropiados por el gobierno ruso rondarían los 6.000, los profesionales creen que esta cifra es mucho mayor. Nathaniel Raymond, investigador de Yale y parte del equipo que elaboró el documento, afirma que "el objetivo principal de los campos parece ser el de la reeducación política".

En varios casos, sostiene el informe, los niños fueron enviados a los campos desde zonas ocupadas de Ucrania como Zaporizhzhia, Járkov, Jersón, Donetsk y Lugansk. En Chechenia y Crimea, zonas ocupadas por Rusia, se les enseñaba a manejar equipos militares, estudiar armas de fuego y conducir camiones. 

Varios de los niños huérfanos fueron adoptados a la fuerza, o colocados en familias rusas de acogida, aunque el trabajo elaborado por Yale afirma que no todos estos niños eran huérfanos: algunos procedían de familias que se encontraban "en circunstancias difíciles".

Según los investigadores, muchos padres dieron su consentimiento bajo coacción para que se llevaran a sus hijos, ya que algunos querían sacar a sus seres queridos de una zona de guerra o alimentarlos adecuadamente. Algunos niños fueron devueltos a sus padres, pero otros no pudieron comunicarse con ellos o se les impidió volver a casa.