La Agencia Meteorológica de Japón (AMJ) informó que el seísmo registró una magnitud preliminar de 6,9, pero llegó a 7,1. El epicentro ocurrió frente a la costa oriental de la isla principal de Kyushu, al sur del país, a una profundidad de unos 30 kilómetros (18,6 millas).
Tras el terremoto, el Gobierno emitió una alerta de tsunami, pronosticando olas de hasta 1 metro (3,3 pies) a lo largo de la costa sur de Kyushu y la cercana isla de Shikoku.
Los operadores de las centrales nucleares de Kyushu y Shikoku están verificando posibles daños tras el sismo. La televisión pública japonesa, NHK, informó sobre ventanas rotas en el aeropuerto de Miyazaki, cerca del epicentro.
Japón se encuentra en el Cinturón de Fuego del Pacífico, una zona de alta actividad sísmica, y es uno de los países más propensos a los terremotos en el mundo. El terremoto del 1 de enero en la región de Noto, en el centro-norte de Japón, dejó más de 240 muertos.