Starmer: "No se solicitó la intervención del Ejército, pero no lo descartamos"

Keir Starmer, primer ministro británico, convocó una reunión urgente de su gabinete a raíz de la violencia callejera desatada recientemente en Reino Unido. Los episodios de exaltación han sido atribuidos a activistas de extrema derecha y a la desinformación en redes sociales, que avivó la ira de un sector de la ciudadanía a causa de un ataque con cuchillo, en una clase de baile, que dejó tres niñas muertas y muchas más personas heridas.

En este sentido, el Gobierno explicó que trascienden rumores falsos difundidos de forma online, respecto a un sospechoso de credo musulmán y solicitante de asilo, lo que alimentó ataques contra inmigrantes y musulmanes.

"Cualquiera que sea la motivación aparente, esto no es una protesta. Es pura violencia y no toleraremos ataques a mezquitas o a nuestras comunidades musulmanas", dijo Starmer. "Se aplicará todo el peso de la ley a todos aquellos que sean identificados como participantes en estas actividades".

Ayer domingo, multitudes furiosas atacaron dos hoteles conocidos por albergar a solicitantes de asilo, rompiendo ventanas y provocando incendios antes de que la Policía pudiera dispersar a la multitud y obligando a que los residentes fueran evacuados. Oliver Coppard, alcalde de South Yorkshire, donde fue atacado uno de los alojamientos, atribuyó la violencia a "matones de extrema derecha".

"Como dijo Keir, como ha dicho toda persona decente, creo que se trata de matones de extrema derecha que atacaron a algunas de las personas más vulnerables de nuestras comunidades y no hay absolutamente ninguna excusa", dijo Coppard a la cadena 'BBC'. 

"Nunca puede haber ninguna excusa para intentar quemar hasta la muerte a 200 de las personas más vulnerables de nuestra comunidad", sentenció.

Un portavoz de Starmer dijo que "no se ha solicitado la intervención del Ejército", aunque destacó que, en caso de agravarse la situación imperante, "no descartan pedir a la secretaria de Defensa que ponga a disposición efectivos militares para cuidar monumentos, dependencias y espacios sensibles". 

El ministerio del Interior, responsable del orden público, ha ofrecido a las mezquitas y comunidades musulmanas una mayor protección en el marco de un nuevo "proceso de respuesta rápida", articulado para abordar con la máxima celeridad la prevención de nuevos ataques a los lugares de culto.