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La Unión Europea le metió escozor al toque británico en Malvinas

Pese a que el bloque del viejo continente le restó importancia a lo expresado en referencia al archipiélago, Londres grita por una rectificación oficial ¿Cómo nos beneficia en nuestra reclamación?

21 de julio, 2023 - 07:19

Más allá de los comentarios de portavoces de las principales autoridades de la Unión Europea, referentes a que el bloque “no toma ninguna posición sobre tales asuntos sin un mandato del Consejo”, la realidad de las últimas 48 horas empujó a la UE a un contexto incómodo.

Malestar británico

Evidencia de lo antedicho son las ínfulas británicas que no aminoran, suscitadas por el reconocimiento europeo de la existencia de un conflicto de soberanía entre Argentina y el Reino Unido, y que derivó en una catarata de reproches y pedidos de rectificación desde Londres.

Uno de los principales apuntados por el berrinche inglés fue el presidente del Consejo Europeo, el belga Charles Michel, quien, según algunos testigos, tuvo un rol muy activo en la declaración y se mostró muy entusiasta de un pronunciamiento que realzara la posición argentina.

El Reino Unido estaría llamando insistentemente a las dependencias del Consejo, pidiéndole que “aclare y si es necesario rectifique”, la posición de la UE, pero, por el momento, no hubo ninguna respuesta oficial desde el funcionario belga.

 

Charles Michel y Ursula von der Leyen, los apuntados por el Reino Unido

Otro blanco de los cañones de su majestad es la presidenta de la Comisión Europea, la alemana Ursula von der Leyen, la que, si bien habría optado por una postura más prudente al momento de la declaración, se la acusa de no tomar una acción activa para impedir la rúbrica de los puntos 13 y 14 del documento.

El argumento de la UE

Detrás de bastidores, distintos funcionarios en Bruselas admitieron que preveían, como posible, una encendida protesta del Reino Unido, pero insisten que el texto del comunicado final de la cumbre no es una negación de la soberanía británica sobre el archipiélago, sino un reconocimiento a que existe una cierta disputa

“La Unión Europea tomó nota del histórico reclamo de la CELAC, pero no es que acompaña el reclamo de la Argentina”, dicen desde Bruselas para bajarle la escalada a los ánimos. “La inclusión de las Malvinas no representa un cambio en la mirada o posición”, agregan.

Respuesta enérgica de Londres

Sin embargo, esta no es la interpretación dada por la cartera del secretario de Asuntos Exteriores, James Cleverly, quien, incluso, habría recibido un llamado del mismísimo primer ministro Rishi Sunak, encomendándole que tome cartas en el asunto y convencer a Bruselas de rever su óptica, inclusive bajo amenaza de reprimendas diplomáticas.

 

El propio Sunak intervino

¿Cómo afecta al Reino Unido lo rubricado por la UE?

También, un detalle muy espinoso para Londres es que, interpretativamente, la sola mención escrita de Islas Malvinas antes de 'Falkland Islands' deja entrever que el bloque europeo reconoce una cierta denominación de origen que le da fuerza a los postulados no solo jurídicos, sino también históricos de Argentina. También, que existe un conflicto o disputa no resuelta, en torno a este territorio, debilitando la solvencia del argumento que circunscribe al archipiélago como un legítimo territorio de ultramar británico.

El derecho a la autodeterminación no tiene cabida

Por otro lado, desde Londres espetan, sin parar, que los isleños votaron a favor de seguir siendo parte del Reino Unido y que debe respetarse el principio de autodeterminación.

Respecto a lo último, Buenos Aires, a través de su canciller Santiago Cafiero, replicó que “de acuerdo a la Resolución 1.514 de la Asamblea General de Naciones Unidas, la autodeterminación no resulta aplicable a los habitantes de Malvinas”, ya que no son habitantes originarios de las islas sino que fueron 'implantados'.

Amplio repudio desde la administración de las islas

El 10 de Downing Street, donde reside Sunak, como así varias oficinas del Gobierno londinense, no fueron los únicos en repudiar la mención firmada este pasado martes.

En un comunicado difundido por redes sociales, llegó un fuerte descargo del gobierno local de las islas. Teslyn Barkman, titular la asamblea legislativa británica en Malvinas, expresó: "Estamos muy decepcionados de que se haya decidido, sin la participación de Falkland Islands o del Gobierno del Reino Unido, referirse a nuestras Islas con un nombre que nos ha dado nuestro vecino argentino, agresivo y hostil", en clara referencia al documento, donde no se las nombra con la denominación británica sino con el tradicional Malvinas, que toda Latinoamérica reconoce.

 

Teslyn Barkman, titular de la asamblea legislativa británica en Malvinas

"Instamos a los miembros de la Unión Europea a respetar los deseos de los habitantes de las islas y referirse a nosotros por nuestro nombre propio, como lo han hecho históricamente. Seguimos teniendo claro que las discusiones sobre nuestra soberanía no son negociables. Los isleños tienen claro su deseo de permanecer como territorio británico de ultramar y nuestro compromiso de ser parte de la familia del Reino Unido, viviendo en libertad bajo el gobierno de nuestra elección", concluyó la funcionaria isleña.

Fuerte escozor inglés

El reconocimiento del diferendo de soberanía, sin duda, está causando mucho escozor en el corazón de la política inglesa, como hacía rato no se evidenciaba por la Cuestión Malvinas. Porque, simplemente, la propia Europa de la que son parte, ya no les reconoce, pese a no decirlo abiertamente, como legítimos tenedores de nuestro archipiélago austral.

 

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