En un anuncio transmitido desde la Casa Rosada, Joe Biden anunció nuevas medidas sanitarias a aplicar para combatir la propagación de la variante Delta de COVID-19 en Estados Unidos.
Además de extender la obligación de inmunización a empleados públicos federales de Estados Unidos, incluyendo a integrantes de las fuerzas militartes, el mandatario sugirió que los estados y gobiernos locales utilicen los fondos otorgados por el Plan de Rescate Estadounidense para incentivar a los no vacunados pagándoles 100 dólares para que completen el esquema de inoculación.
El momento en que el presidente estadounidense propuso el incentivo:
Si bien Estados Unidos ya cuenta con casi 190 millones de personas vacunadas con al menos una dosis (más del 50% de la población), el ritmo de la campaña de inmunización se ha ralentizado notablemente en los últimos meses; de casi un millón de dosis diarias, el total de aplicaciones pasó a menos de medio millón en promedio durante junio y julio.
Ante esta situación, y con el conocimiento de que casi un 25% de la población ha expresado que tiene decidido no darse el antídoto contra el virus pandémico, Biden endureció su discurso calificando a la situación sanitaria del país como "la pandemia de los no vacunados".
El incentivo de 100 dólares propuesto por el mandatario llega luego de que él mismo culpara a las redes sociales de estar "matando gente" por permitir la propagación de desinformación sobre el virus pandémico y las vacunas. En este sentido, la Casa Rosada ha expresado preocupación por la crecida de casos de variante Delta, que a su vez han derivado en un mayor número de hospitalizaciones e incluso muertes mayoritariamente entre personas no vacunadas.