El expresidente Fujimori está en la casa de su hija Keiko
Mostrándose debilitado y cansado, el octogenario exmandatario, se trasladó a la casa de su hija y líder de derecha, Keiko. Fuertes protestas de organismos y colectividades de derechos humanos
Por Redacción
El exmandatario de Perú, Alberto Fujimori, dejó en últimas horas del miércoles, la prisión donde cumplía una condena de 25 años por una matanza durante su gobierno hace tres décadas, luego de la restitución de un polémico indulto humanitario pese a la oposición de organismos de derechos humanos y familiares de las víctimas.
Con una mascarilla en la boca dado su frágil estado de salud, canas y chaqueta oscura, Fujimori abrazó a sus hijos Keiko y Kenji que lo esperaban y subió a una camioneta en la puerta de salida del penal.
El expresidente salió de la prisión con una cánula conectada a su nariz y llevaba un pequeño balón de oxígeno. Según sus médicos y familiares, Fujimori sufre de úlceras en el estómago, hipertensión y tuvo operaciones por un cáncer en la lengua.
Según allegados de la familia de Fujimori, el exlíder residirá en casa su hija mayor, Keiko, ubicada en un barrio de alto nivel de vida, con la vivienda acordonada por decenas de policías.
Fujimori, de 85 años, abandonó la celda de una dependencia policial ubicada en un barrio pobre de Lima, donde permaneció 16 años, en medio de vítores de decenas de sus seguidores que lo consideran un símbolo que salvó a Perú del terrorismo y la decadencia económica.