Bielorrusia defiende la llegada de armas nucleares a su territorio
El posible despliegue de misiles atómicos en suelo de Minsk pone muy inquieto al Gobierno de Zelenski, que pide ayuda internacional para impedirlo
Por Redacción
Las críticas y acusaciones entre Moscú y Kiev se mantienen álgidas, después de que el Ministerio de Relaciones Exteriores de Bielorrusia afirmara que el interés ruso en desplegar armas nucleares en territorio de Minsk, si se concretara, no violaría acuerdos internacionales como el Tratado de No Proliferación.
Malestar ucraniano y respuesta bielorrusa
El Kremlin, por su parte, sostuvo que “tales prácticas no son una innovación en el campo de la cooperación militar entre potencias nucleares y no nucleares”.
Hace algunos días, el presidente del Consejo de Seguridad y Defensa Nacional de Ucrania, Oleksiy Danilov, declaró que Bielorrusia era un “rehén nuclear” de Rusia. Sus afirmaciones surgieron luego de que Moscú anunciara el despliegue de un regimiento de misiles estratégicos en el país aliado, lo que Kiev catalogó como “un paso hacia la desestabilización interna” de Minsk. Asimismo, Danilov agregó que esta medida “maximiza el nivel de percepción negativa y el rechazo público de Rusia y Putin en la sociedad bielorrusa”.
Pedido a la OTAN y a la sociedad bielorrusa
En consonancia, el Ministerio de Relaciones Exteriores ucraniano pidió a la sociedad de Bielorrusia que impida este despliegue de armas nucleares en su país, ya que se trataría de “una violación de sus obligaciones en virtud del Tratado de No Proliferación Nuclear, que convertirá aún más a este país en un rehén del Kremlin y tendrá consecuencias catastróficas para su futuro”.
El gobierno de Zelenski espera que tanto la OTAN como el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas actúen en el tema, además de que solicitó una reunión extraordinaria sobre esta cuestión.
En la vereda de enfrente, Bielorrusia responde a las críticas occidentales al afirmar que “Estados Unidos ubicó este tipo de armas durante mucho tiempo en varios países, por lo que no hay nada inusual en el acuerdo entre Bielorrusia y la Federación Rusa”.