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Gasolerísimo: el argentino que dejó todo para ver a la Scaloneta en Qatar

Es chubutense y busca cumplirle una promesa a un amigo. Duerme en las calles de Doha, bebe agua de las fuentes y pide comida en restaurantes

Por Redacción

10 de noviembre, 2022 - 08:39

La carrera de muchos argentinos para poder presenciar el Mundial de Qatar 2022, se encuentra en el tramo final. A 10 días del comienzo de la cita mundialista, muchos ajustan todos los detalles a tener en cuenta y poder vivir unos días en Qatar para seguir de cerca la ilusión de la consagración, partido a partido.

Los periplos y planes que hace cada turista argentino pueden ser muy dispares. Sin ninguna duda, el desafío más grande para poder subsistir en Qatar, lo tienen aquellos viajeros/as de menos recursos; ese es el caso de Lucas que llegó al país árabe con una idea de viaje muy ‘gasolera’ y dispuesto a vivir en primera persona, la gesta que iniciará en breves días, la ‘scaloneta’.

 

 

 

 

Lucas llegó a Doha hace dos meses, es decir que desde el pasado septiembre que se encuentra rebuscándoselas para poder vivir. También se encuentra la promesa a un amigo, como telón de fondo a su alocado viaje.

El joven es chubutense y llegó a Qatar con su carpa, la que utiliza para poder dormir en las calles de Doha.

Doha es una ciudad hipermoderna

Lucas vive de lo que le dan en las casas de comidas rápidas y restaurantes y bebe agua de las fuentes.

“En un mes y medio hice 24 mil kilómetros, todo para ver a la Selección, a Leo (Messi) y a los jugadores de River. Un Mundial low cost”, le contó a TyC Sports.

Para poder ahorrar dinero, llegó a Qatar luego de hacer varias escalas y de perder tres vuelos. “Primero paré en Perú y luego hice Madrid, Barcelona, París, Turquía y llegué acá el 7 de septiembre. El 1 de agosto ya estaba en Madrid. Me vine temprano porque yo no tenía tickets, perdí tres vuelos y así estamos”, agregó.

“Acá llegué con 1.000 euros. Estuve tres días sin dormir porque me echaban. Pedí comida, hospedaje, acá hay fuentes de agua. Quiero aguantar hasta el final para ver si puedo conseguir un ticket para la final. Hay que hacer esfuerzo porque la recompensa va a ser linda”, afirmó.

“Comer es barato, pero el tema del hospedaje sale caro”, dijo el turista argentino futbolero ‘low cost’. También habló sobre las complicaciones que tiene al momento de dormir y por qué se tiene que trasladar permanentemente.  “Me tenía que mover cuando oscurecía. Se hacía de noche y me iba a dormir una o dos horas.

Después me iba a los shopping o las casas de comidas de 24 horas para dormir un poco, cargar el celular, el tema de Internet. Me voy moviendo para no llamarle la atención a la Policía. Levanto, descanso un poco, cargo el celular y salgo para otro lado”.

 

La historia detrás del viaje de Lucas

El muchacho oriundo de la Patagonia, contó en diálogo con los medios cuál fue el origen y el motivo de este particular viaje: “Me peleo con mi novia y tenía una camioneta antigua que me había dejado mi abuelo. La vendí, ya no me importaba nada.

Arranque en caliente porque decía ‘no quería estar más acá’. Vine por todo lo que representa Scaloni, Leo y también yo tengo un amigo allá al que le hicieron una operación y con el que viajábamos siempre a la cancha e íbamos a ver a River. Tuvo un tumor en la cabeza y no podía. Entonces le dije, ‘yo voy a hacer lo posible para conseguir la firma de Julián Álvarez’”.

Lucas busca comunicarse con La Araña para ver si puede cumplirle la promesa a su amigo: “Hace seis meses le escribo dos o tres mensajes. Vamos a ver si se puede. Le mandaba fotos, lo arrobaba. Lo fui a ver cuando jugaron Manchester City-Barcelona, estuve ahí en la cancha.

Mi amigo Ignacio está bien y todos los días le digo ‘esperame’. Está en Esquel”.

Aprovechando el momento de fama y la cámara de los medios, Lucas imploró al unísono: “Por favor Julián. Es una promesa que tengo que cumplir. Ya la mitad del camino está logrado, pero me falta eso.

Julián Álvarez es uno de los ídolos del argentino 'low cost'

Y esta (señala el brazo derecho) está para la firma de Leo. Conseguí un tatuador acá así que lo hacemos en vivo. Que me firme y le mandamos tinta ahí”.

Aunque más allá de todo lo que debe pasar y sin certeza de poder llegar a presenciar un partido de Argentina, reconoció: “Acá vos decís que sos argentino y te quieren mucho. Conocí mucha gente, de Siria, de Jordania, me hospedaron y me dieron comida, pero siempre con mi carpita atrás”.

Lucas partió hace tres meses desde Argentina para concretar el suelo de ver al seleccionado en Qatar y cumplirle la promesa a su amigo.