La recesión económica afecta los aportes a la seguridad social

En un escenario marcado por la recesión económica y la caída del consumo, los aportes a la seguridad social han sufrido una notable disminución, afectando significativamente la recaudación.

Descenso en el número de aportantes

Durante el primer semestre del año, el número de personas que contribuyen a los regímenes de la Seguridad Social ha disminuido en más de 600 mil. Esta reducción se debe a despidos, desvinculaciones laborales y el aumento de la informalidad. En mayo de 2024, se registraron 12.323.706 aportantes, en contraste con los 12.935.845 contabilizados en noviembre de 2023.

Distribución de la caída

La mayor reducción se observó entre los trabajadores en relación de dependencia, tanto del sector público como privado, con una disminución de 301.876 personas. Les siguieron los trabajadores independientes, incluyendo monotributistas y autónomos, que descendieron en 291.949, y las trabajadoras de casas particulares, que se redujeron en 18.314.

Comparativa interanual

El número total de aportantes en mayo de 2024 es similar al de mayo de 2022, cuando se contabilizaron 12.384.075. Además, en mayo de 2024, los recursos de la Seguridad Social experimentaron una contracción del 20,1% en términos interanuales, debido a la reducción del empleo y la caída del salario real.

Distribución de aportantes

En mayo de 2024, los 12,3 millones de aportantes a la Seguridad Social se distribuyeron de la siguiente manera:

• El 77,9% trabajaba en relación de dependencia.
• El 2,7% correspondía a trabajadoras de casas particulares.
• El 19,4% eran trabajadores independientes.

Principales sectores de aporte

La mayor cantidad de aportantes provenía de asalariados del sector privado, con 6 millones de contribuyentes. A estos se sumaron 2 millones de monotributistas y 2,1 millones de trabajadores en relación de dependencia bajo otros regímenes.

Esta situación refleja un desafío significativo para la sostenibilidad del sistema de Seguridad Social en un contexto económico adverso, donde la recuperación del empleo formal y la mejora de los salarios son esenciales para revertir esta tendencia negativa.