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Especialistas esperan un nuevo salto del dólar oficial en abril

El economista Ignacio Olivera Doll, brindó su visión sobre la economía que viene y lo que se espera de la inflación, el dólar y nuevas medidas del Gobierno, incluida otra devaluación

Por Redacción

12 de enero, 2024 - 14:46

El contexto económico sigue generando incertidumbre entre los argentinos, sobre todo después de que se conociera que el país cerró el 2023 con la inflación más alta del mundo. En diciembre, el índice de precios creció 25,5% y terminó el año en 211,4%, superando al Líbano y Venezuela.

En ese sentido, desde el programa Metaverso, de Ciudadano.News consultaron al economista Ignacio Olivera Doll, quien destacó: "Veníamos con una inflación en los últimos meses muy acelerada y la decisión del presidente Javier Milei de ir liberando precios que estaban muy atrasados hizo que aumentara la velocidad de la inflación por encima de los niveles que venía mostrando Venezuela".

De hecho, explicó, Venezuela "viene en un proceso de desinflación a partir de tomar algunas medidas algo ortodoxas y eso hizo que nosotros subiéramos en el ranking regional".

En cuanto a este 'reordenamiento' de costos, el economista sostuvo que "son movimientos de un momento a otro, te producen un salto en el nivel de precios y a veces efectos de segunda ronda, porque se trasladan a la cadena productiva. Pero si no son convalidados por una política monetaria laxa o expansiva, pueden llegar a encontrar un nivel o un límite y a partir de ahí empezar a verse compensados por caídas en los precios de otros productos y que entonces el nivel de inflación empiece a desacelerarse por lo menos".

-Uno de los puntales de la política de Milei es el déficit cero a raja tabla, ¿es posible en este primer año?

-Justamente la inflación es algo que en general ayuda a los gobiernos a reducir el peso de sus gastos en la medida que no los va recomponiendo. Esto le va permitiendo que la recaudación sea más holgada y, entonces, no necesariamente debería complicarnos, sino incluso ayudarnos por los niveles inflacionarios. La inflación es una manera de recaudar que tiene el gobierno y puede ayudarlo a lograr su meta de déficit cero.

-¿Cuál tiene que ser la recomposición salarial para volver a incentivar el consumo o qué podría incentivarlo?

-Lo que deciden todos los países para frenar la inflación es la recesión, la caída de la actividad. Algunos países lo hacen a través de subir la tasa de interés y acá el gobierno decidió hacerlo a través de un ajuste fiscal. Siempre la inflación se frena con recesión, entonces es lógico que algunos sectores estén sintiendo la caída en la demanda porque es justamente la menor demanda, lo que le va a mostrar que los distintos sectores van encontrando limitaciones para ajustar sus precios. Es la herramienta que utiliza el gobierno en este momento para frenar la inflación. Pero la inflación también termina siendo en el largo plazo una pérdida en la capacidad de ahorro de la gente y va limitando los niveles de certidumbre que tienen las empresas para invertir. Entonces, el plan es encontrar un punto en el que se empiecen a ordenar los precios relativos de la economía, que se empiece a alentar el ingreso de capitales a la Argentina y así, que pueda recomponerse el poder adquisitivo de los argentinos. Obviamente, hay mucho por recorrer, pero es la dirección.

-Las commodities están cayendo y la previsión de ingresos por exportaciones está viniéndose un poco abajo, ¿hay capacidad de reemplazar eso que se pensaba como el maná para los meses que vienen?

-Argentina apuesta a la llegada de la cosecha, que no solo será alta con respecto a lo que vimos el año pasado, sino también en términos históricos. Estamos en los mayores niveles de los últimos cinco años para la proyección de la cosecha, con lo cual será suficiente para que el Gobierno sienta un alivio por ese lado. También se mora la balanza energética por algunas inversiones que se hicieron en el sector y la de un turismo receptivo, porque con un tipo de cambio más alto también vemos una reversión en los flujos del turismo, por lo que creo que no será problema a partir del segundo trimestre la oferta de dólares en la Argentina.

-No hay tasas de interés que incentiven el consumo para la compra de, por ejemplo, electrodomésticos, para subsistir. ¿Cuál sería una política para ayudar a paliar esta situación?

-Hay una decisión del Banco Central de no remunerar los ahorros de los argentinos. Contrariamente a lo que hacen en cualquier país del mundo para controlar la inflación, lo que hizo fue bajar la tasa de interés en un contexto de escalada inflacionaria, con lo cual vemos un desincentivo muy fuerte para mantener los ahorros en el banco y la decisión de la gente de mantener sus pesos en una cuenta a la vista, pero también del lado de los bancos, algo que los lleva forzosamente a destinar estos pesos a otras opciones. Hay que ver si en los meses que vienen los bancos tratan de colocar créditos a tasas más bajas.

-¿Se puede decir que estamos más cerca de lo que pensábamos de dolarizar la economía?

-Faltan los dólares primero, porque si el Gobierno toma esta decisión va a tener que hacer un tipo de cambio más alto, lograr otro salto devaluatorio y con esto disponerse a los efectos de inflación que vienen detrás.

-Respecto del dólar, estamos en un veranito cambiario, ¿cómo viene el blue para este 2024?

-Lo que espera el mercado es un ajuste en el tipo de cambio oficial a partir del retraso que se está viendo y que se seguirá viendo con respecto a la inflación. O sea, tenemos niveles de inflación muy altos, con lo cual para el tipo de cambio oficial es probable un nuevo salto a partir de abril, si es que el gobierno quiere levantar el cepo cambiario o incluso dolarizar. Para el tipo de cambio paralelo, las proyecciones son que vaya evolucionando bastante por debajo de la inflación, incluso quizá con una brecha levemente más alta con respecto al tipo de cambio oficial. Vamos a ver una brecha sobre todo para el primer semestre más cercana al 60% y bastante por debajo de los niveles del año pasado.