Cómo impacta la devaluación en las familias argentinas

La devaluación es uno de los problemas que más afectan a las familias argentinas. Este inconveniente desencadena otros y forma una bola que termina perjudicando la proyección a largo plazo, como también la organización de la economía en el día a día.

En declaraciones en el programa Metaverso, lunes a viernes de 9 a 11 por Ciudadano News, Sergio Chouza, economista y docente, director de la Consultora Sarandí, expresó: La Argentina viene sufriendo una devaluación, sin que el Gobierno Nacional la haya aplicado y sufre sus consecuencias, sin ningún beneficio" y agregó que también "la deuda se devalúa en función del dólar oficial que sigue una trayectoria creciente pero suave".

Consecuencias de la devaluación

En este sentido, el especialista indicó que "la parte negativa son los precios, la deuda, la incidencia sobre los precios de los productos y también las consecuencias socio económicas, en impacto del deterioro de los indicadores sociales".

Sobre los datos pobreza, "los conoceremos en septiembre pero seguramente cerró similar a los niveles del año pasado". Asimismo, detalló que "lo que más preocupa es la aceleración de precios, porque uno ve la dinámica inflacionaria en el último trimestre y es una aceleración muy significativa".

Por otra parte, explicó que también hay "efectos de la tensión geo política, que es un poco lo que daba fundamento a la aceleración en marzo o abril, cuando todos los países del mundo tenían un contexto muy complicado en materia de precios".

¿Cómo se podría resolver?

Respondiendo a esta pregunta, el entrevistado expuso que sería lo mejor "profundizar en los problemas del régimen cambiario, de esta segmentación y este cepo que genera un montón de inconsistencias a nivel macro" destacando que "buena parte de la distorsión en la economía hoy viene dado por este mecanismo de cepo".

—¿El aumento de los combustibles también impactará?

—Toda suba de energía y combustible tiene incidencia en materia inflacionaria en todo sentido, por un lado, un sentido directo porque no deja de ser productos que compran los consumidores finales, la suba de este último mes del 7,9 al 9% creemos que tiene una incidencia directa en el IPC de alrededor del 0,1%. Después tiene efectos indirectos que se van viendo a lo largo de la semana y meses porque son insumos que forman parte de la producción, logística en todos los bienes y servicios.

—El aumento del salario mínimo vital y móvil que llegará a 57.900 pesos en noviembre, ¿qué significa este aumento aunque el número siga siendo bajo?

—En una economía inflacionaria donde las variables todo el tiempo se están moviendo es lógico que todos los precios y salarios ajusten. La suba que se comunicó ayer lo que va a consolidar hasta noviembre, una suba del 80,1% para los últimos meses. Es algo que posiblemente esté un poco por debajo de la inflación si tomamos el año calendario, pero está la posibilidad de hacer una nueva reapertura.

—¿Cómo se ve la figura de Gabriel Rubinstein en el Ministerio de Economía, que ya está preparando la estrategia fiscal para 2023?

—Es una figura que pide el momento, de hecho, está en línea con la misma designación de Sergio Massa que viene a dar un mensaje de mayor prudencia, de tirar fuerte y al medio, no buscar los márgenes, rincones del arco, entonces, era necesaria la figura de un economista como Rubinstein, que más allá de la expertiz de Sergio Massa, la conformación de su equipo con el área del sector Pyme, de economía del conocimiento, de comercio interior, etc, eran todos segmentos que estaban muy sectorializados entonces, los funcionarios de cada área buscan los equilibrios parciales tratando de mejorar la implementación de políticas públicas para ese segmento pero ninguno estaba en lo general y sugiriendo, diseñando mecanismos de salida para estos problemas que tiene la macro Argentina.