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Ignacio Gili: "Es una carrera más que debo superar"

El reconocido ciclista mendocino sufrió una enfermedad cerebrovascular en Europa y se encuentra en plena rehabilitación.

10 de junio, 2018 - 20:00

La vida es tan impredecible que hasta los más escépticos se sorprenden a diario.  Y vaya si lo sorprendió al ciclista mendocino Ignacio Gili, más conocido como el Chueco.  

El día después de culminar otra Titan Desert (el Dakar de mountain bike), el alvearense comenzó a sentirse mal y nada fue igual desde aquella jornada.

Luego de pasar días críticos en la ciudad española de Torrevieja, se determinó que había sufrido un ictus, así le llaman en España, una enfermedad cerebrovascular ocasionada por una alteración o interrupción del flujo de sangre que llega al cerebro.

En diálogo con El Ciudadano, el Chueco ahondó más sobre su estado de salud y dejo varios mensajes de superación ante una situación que lo puso “en jaque” en la vida.

“Fue todo un calvario pero nunca perdí el conocimiento de lo que estaba viviendo. Al comienzo nadie podía detectar  lo que tenía y eso me ponía mal”, empezó relatando el ciclista quien reconoció que después del octavo día de internación, todo cambió.

“El 9 de mayo me hicieron un estudio de arterias y tenía una disección (desprendimiento de una capa de la arteria) que es como le llaman. A partir de allí se empezó a clarificar lo que tenía, yo cambié mi cabeza y rápidamente comencé a trabajar con un fisioterapeuta”, añadió Ignacio Gili, quien actualmente se rehabilita en la Clínica San Andrés de Ciudad y se alimenta a través de una sonda.

Su fortaleza mental

Una vez llegado a su provincia, el ciclista oriundo de General Alvear no perdió ni un minuto y hoy por hoy, puede decir que está mejor de lo que esperaba. “Hoy puedo caminar y hablar, me siento mucho mejor y tengo el 100% de mi voluntad puesta en la recuperación. De hecho, estoy haciendo una parte de robotecnia donde me ensañan a caminar; eso te altera porque de estar compitiendo profesionalmente, ahora mis pasos son más lentos”,  indicó Gili.

La rehabilitación que encaró no tiene fecha estipulada de finalización y según comenta el propio deportista, “todo está basado en el día a día, no pienso más allá de eso.  Soy un agradecido a Dios y se que es una carrera más que tengo que superar”.

El mal momento que le tocó vivir lo agarró en una etapa fuerte a nivel físico y por ello a veces resulta inentendible el por qué. “Estaba en un buen momento físico, había hecho una gran preparación para la Titan y cuando me sucedió esto, no te voy a mentir, pensé que no la iba a contar”, expresó.

El alvearense en la Titan Desert 2018.

La bici no se cuelga

Si bien se encuentra abocado ciento por ciento a su rehabilitación, Ignacio Gili confía en él, en su fortaleza y tiene en claro que el ciclismo no lo dejará ya que lo considera “su vida”.

“Esto que estoy pasando lo tomó como una pretemporada más pro de tres meses, esa es mi forma de pensar. Veo mi progreso a diario y voy para adelante, por el momento pienso en el día a día pero dejar la bici sería como una enfermedad, es todo para mí”, puntualizó el Chueco quien le dejó un mensaje a los alumnos de su escuela de mountain bike.

“Yo miro a través de sus ojos y siento satisfacción al ver el progreso de lo que uno le enseña. Mi escuela es un proyecto serio y profesional en donde si uno hace las cosas bien, llega y sino, no”, cerró el ciclista alvearense.