Demetrio Mayorga, el mendocino que peleó contra Paraguay en la guerra de la Triple Alianza
El militar tuvo una activa participación en varios eventos que ocurrieron en nuestra provincia antes del sangriento conflicto que estalló en 1864
Esta es la historia de uno de los militares mendocinos más destacados en su época. Se trata del general Demetrio Mayorga, un héroe de la guerra de la Triple Alianza quien, además, ocupó importantes cargos públicos en la provincia de Mendoza.
El nacimiento de un guerrero
La familia Mayorga había llegado a la ínsula cuyana en tiempos coloniales y perteneció a la alta sociedad mendocina.
El padre del personaje que vamos a esbozar se llamaba don Francisco Mayorga, un unitario que, en aquellos días de convulsión política en el país, tuvo que refugiarse en Chile por un tiempo, pero regresó a Mendoza para casarse el 9 de diciembre de 1833 con doña Josefina Camila Godoy.
Poco tiempo después, nació su primera hija llamada María Mercedes, un año después nació Francisco María y en un caluroso 22 de diciembre de 1837 vio la luz otro varón, que fue bautizado el 8 de enero de 1838 con el nombre de Demetrio José.
El niño creció y en las noches de verano, en el patio de su casa, su padre le contaba anécdotas relacionadas con la gesta libertadora, recordándole que una de sus propiedades había servido de galpón para la maestranza del Estado.
Entre otras anécdotas, le comentó que había conocido al General José de San Martín y que había vivido aquella gloriosa epopeya libertaria. Estas historias de guerra, tal vez, influyeron en Demetrio para que años después iniciara la carrera de las armas.
Después de realizar sus estudios primarios y secundarios, Demetrio,comenzó la carrera militar y se incorporó al Ejército después de pasar por una rigurosa instrucción teórica y práctica en una improvisada academia, de donde salió, a los 24 años, con el grado de subteniente, poniéndose a las órdenes del teniente coronel Augusto Segovia.
Una de sus primeras misiones fue la de atrapar al famoso caudillo riojano Chacho Peñaloza, quien con sus tropas acechaba los territorios del norte de Cuyo.
El encuentro con el Chacho tuvo lugar al norte del territorio mendocino donde Demetrio se enfrentó a una de sus montoneras.
El subteniente Mayorga y un grupo de soldados los persiguieron por el desierto lavallino hasta llegar a la posta de Jocolí, pero el intrépido riojano burló con gran maestría al joven oficial, quien al tener cansadas sus huestes no pudo alcanzarlo, regresando así a la ciudad de Mendoza.
Campaña contra los originarios
Durante mediados del siglo XIX, cientos de malones incursionaron en todo el Este de nuestra provincia.
Por ejemplo, poco se conoce sobre que, a principios de 1864, la población de Santa Rosa fue arrasada por algunas tribus de pueblos originarios, quienes en esa localidad asesinaron a hombres, mujeres y niños, sustrajeron ganado y tomaron cautivos a varios pobladores.
Al enterarse de esta triste noticia, el gobierno provincial reaccionó enviando tropas del Ejército al mando del oficial Demetrio Mayorga, quienes después de varios días se enfrentaron contra estas tribus en una feroz escaramuza.
Los originarios pelearon con armas rudimentarias pero con una bravura sin igual. Un grupo de soldados y su jefe se agruparon en cuadro y lucharon hasta lograr que la montonera que se retirara desordenada del campo de batalla al enterarse que su cacique había muerto.
Debido a esa acción, el subteniente Demetrio Mayorga fue condecorado por el Gobierno.
La guerra contra el Paraguay
Todo el país se enteró del ataque al puerto de Corrientes y su posterior invasión por el ejército paraguayo.
De inmediato, Argentina, Uruguay y Brasil firmaron el Tratado de la Triple Alianza. Para algunos historiadores esta alianza fue proyectada por el gobierno británico en contra de su enemigo, el mariscal Solano López, presidente del Paraguay.
Un mes después de la entrada de nuestro país al conflicto, el gobierno de Mendoza envió el 2° batallón provincial. Para su despedida, el gobierno organizó un desfile convocando a los mendocinos, que se congregaron en las calles de la ciudad.
Desde el antiguo cuartel de Necochea y 9 de Julio –hoy Banco Nación– marcharon las tropas por la calle San Nicolás –la actual avenida San Martín– arteria principal de la ciudad, mientras una gran cantidad de pobladores vitoreaba y saludaba con banderas argentinas. Con posterioridad al desfile, las tropas partieron hacia el Litoral.
En una de esas compañías se encontraba el teniente Demetrio Mayorga, quien sabía que era una gran oportunidad para luchar y demostrar que era un gran militar, ya que hasta ese momento solo había peleado contra montoneras.
Al llegar a Corrientes, un grupo del batallón de Mendoza se sublevó por motivos políticos, pero el conflicto se solucionó rápidamente eliminando a los cabecillas. Mientras tanto, el flamante mayor Mayorga y su compañía mantuvieron su lealtad al gobierno nacional.
En el campamento, Demetrio se encontró con varios camaradas mendocinos, como el subteniente Rufino Ortega, el coronel Indalecio Chenaut, el teniente 1° Amaro Catalán y el teniente Roberto Guevara. A fines de 1865, Mayorga y su batallón participaron en los sangrientos combates de Itapyrú, Estero Bellaco, Tuyutí y Boquerón, y el mendocino se destacó en todos ellos.
La derrota de Curupaytí
La mañana del 22 de septiembre de 1866 comenzó el ataque a la fortaleza de Curupaytí.
El batallón de Mendoza formaba parte de la reserva junto a otros batallones, todos al mando del coronel Pablo Diíz. La misión que se les dio a las tropas mendocinas fue atacar una fortificación que se encontraba en la margen derecha del campamento argentino, del otro lado del río.
Formadas para el ataque, las tropas asaltaron con disparos la fortaleza, pero los infantes –en su mayoría mendocinos– se inmovilizaron al quedar atrapados en el barro y resultaron un blanco fácil para el fuego de las baterías paraguayas que se encontraban ocultas.
Fue tal la confusión de las tropas, que cientos de muertos y heridos quedaron en el ataque. En aquel lugar, el mayor Mayorga llamó a su compañía para resistir a los cañonazos que durante cinco interminables horas no cesaron de bombardear. Inexplicablemente, recién por la tarde se dio la orden de retirada. Ese día, más de 10.000 soldados argentinos y brasileños perdieron la vida.
Entre las víctimas se encontraba Dominguito Sarmiento.
Fueron cuatro años de encarnizados enfrentamientos, y la Triple Alianza ganó la guerra después de la batalla de Cerro Corá, en marzo de 1870. La población paraguaya masculina fue diezmada, ya que hasta los chicos de 12 y 14 años fueron reclutados para pelear, y se les ponía barbas postizas de crin de caballo para fingir una mayor edad. Miles de ellos murieron en aquellas batallas.
Al final de la contienda, en la población paraguaya, solamente quedaron mujeres y niños no mayores de 9 años.
Regreso a Mendoza
Un año después de la victoria sobre Paraguay, Demetrio Mayorga volvió a nuestra provincia y ocupó el puesto de jefe del fuerte de San Carlos e impidió el avance de algunas correrías de los pueblos originarios que asolaban la zona.
En 1874, siendo coronel del Ejército, participó a favor de las tropas del gobierno nacional en las revoluciones y batallas que se produjeron, como la de Santa Rosa. En años posteriores, acompañó al general Julio Argentino Roca en la campaña del desierto.
El gobierno provincial lo designó a principios de 1890 jefe de Policía, cargo que cumplió con un excelente desempeño. Fue también un gran investigador y resolvió muchos casos difíciles, algunos de ellos de grandes connotaciones políticas.
Entrado 1900, fue ascendido a general de Ejército y tiempo después partió hacia Buenos Aires, en donde se radicó por varios años, falleciendo allí el 9 de abril de 1927.