El esfuerzo de cientos de científicos por el bien de la humanidad

Una publicación norteamericana se ocupó de poner en el primer plano de las comunicaciones mundiales a los más prestigiosos como también a los anónimos que pujaron por dar soluciones a los problemas de salud muchos de los cuales se desataron después que el virus de Covid 19 asolara al mundo y provocara una de las situaciones más difíciles por las que atravesó el mundo.

Y viene al caso de muchos de los cuales se ncontraban investigando sobre objetivos distintos y a raíz de la demanda mundial acercaron resultados muy positivos tanto para el combate contra el virus SARS-Cov-2 como otras enfermedades.

Tal es el caso del estadounidense Drew Weissmann y la húngara Katalin Karico quienes resolvieron el dilema de desarrollar una vacuna contra el Covid a través de un agnte mensajero que combatiera al germen pero que no llevara el virus vivo o atenuado. Así desarrollaron el ARN mensajero que a través de los laboratorios Pfizer y Moderna lograron frenar el avance de la pendemia destacándose entre las otras vacunas chinas, rusas y la britanica.

Weismann y Karico iban por caminos distintos, el primero buscaba una vacuna contra el VIH mientras que la húngara queria desarrollar el ARN mensajero y el trabajo conjunto permitiría tambi+en aplicar el principio para otras enfermedades.

Desde Sudáfrica el brasileño Tulio de Oliveira aporte la secuenciacióndel genoma de SARS-Cov-2 que también extendió al dengue, zika chicungunya, VIH y tuberculosis. Además en el Centro de Innovación y Respuesta a Epidemias de Natal el científico sudamericano detectó y clasificó a las variantes Beta y Ómicron de Covid.

Pero como se ha ido demostrando el pernicioso virus que desencadenó la pendemia tiene efectos prolongados por lo que se han centrado las investigaciones en el llamado Long Covid. Y ha sido Ziyad Al Ali, científico de la Universidad de Washington quien ha puesto la mira en las consecuencias a largo plazo del Covid.

Si bien la pandemia afectó a todo el planeta, pasada la parte más incisiva del flagelo reaperecieron enfermedades endémicas trasmitidaspor vectores como el mosquiso aedes aegypti, trasmisor del dengue, zika y chicungunya, que afecta principalmente las zona tropicales pero que este año ha avanzado por extensas regiones de América del Sur afctando a unos 100 millones de personas y causando la muerte de decenas de miles.

Scott O'Neil se propone mitigar el contagio a través del tratamiento directo del mosquito. Algo así como una fàbrica de mosquitos que tratados con una bactaria llamada wolbachia, no afecta a los seres humanos pero impide que el insecto se infecte con el virus causante del dengue.

La iniciativa pretende producri 1.000 millones de mosquitos en una planta ubicada en Brasil. El proceso de cría de mosquitos es intensivo, pero según O’Neill, puede conducir a una solución permanente: en la parte de Australia donde el programa liberó mosquitos por primera vez en 2011, los insectos locales todavía son portadores de Wolbachia y el dengue ha desaparecido.