Semana del Prematuro: cuando la vida llega antes de tiempo

Un embarazo humano ronda los nueve meses. Pero ya sea por causas naturales o por efectos externos, muchos bebés llegan antes y esto, fuera de ser algo simpático, es un riesgo que hay que saber sobrellevar y tratar.

Las complicaciones relacionadas con la prematuridad resultan en la principal causa de muerte de niños menores de cinco años, y tres cuartas partes de estos fallecimientos podrían prevenirse con intervenciones actuales. Por eso, y en momentos en que transitamos la Semana del Prematuro, A través de El Interactivo, Ciudadano News tuvo la oportunidad de dialogar con la doctora Susana Lucero, pediatra y neonatóloga.

La profesional abrió la charla con una frase expresada desde lo personal, más allá de su labor como médica: "Es un placer trabajar en esta semana de la prematurez, acompañando a las familias y tratando de difundir que la mejor manera de cuidar al bebé prematuro es previniendo el parto adelantado. La prematuridad se puede cuidar en la medida que se previene", dijo Lucero.

"Son muy pocas las causas que hacen que un parto prematuro no sea previsible. Se puede prevenir con un buen control prenatal, y hasta un contro pre-concepcional", dice la profesional. Esto quiere decir que la mujer, antes de decidir tener un bebé, pueda saber si cuenta con alguna patología que pueda ser invalidante o que pueda provocar un parto prematuro antes de quedar embarazada. "Luego, al comenzar la gestación,  se puede continuar con los controles periódicos", aclara Lucero.

¿Pero cuáles podrían ser las causas de un parto prematuro? "Las infecciones, la salud mental, las caries, y fundamentalmente la salud general son características esenciales a tener en cuenta para estar prevenidos", aclara la médica.

Los bebés prematuros se dividen en subcategorías en función de la edad gestacional:

-Prematuros extremos (menos de 28 semanas de gestación)
-Muy prematuros (28 a 32 semanas)
-Prematuros moderados a tardíos (de 32 a 37 semanas)

"Hemos tenido casos realmente para considerar", dice la doctora. "En el año 2021, en el Hospital Lagomaggiore (de la Ciudad de Mendoza) tuvimos un bebé que nació con 430 gramos, apenas en 25 semanas. Hoy, ese bebé camina, corre, y se trepa a los sillones", relata con emoción. Pero advierte: "Por supuesto que la prematurez deja sus consecuencias, pero esas consecuencias pueden aminorarse con la presencia y acción de los padres. Al principio de mi carrera, los padres tenían vedado el contacto con el bebé prematuro, pero el tiempo me demostró que no hay nada como el contacto con la piel. Un bebé que siente un abrazo o una caricia, se calma y estabiliza sus emociones", recuerda Lucero.

A las 20 semanas, un bebé siente el tacto, el olor y el sabor de lo que la madre come. A las 26, puede escuchar, y una semana después ya cuenta con psiquismo. "Tienen todo un mundo, una vida anterior al nacimiento. Este es el puntal del abrazo familiar, el permitir que los bebés estén con sus padres", se emociona la profesional. 

Desde el año 2010 están vigentes los derechos de los niños prematuros, "pero todavía cuesta que los servicios se abran a este derecho. Es un derecho a la vida", enfatiza la doctora.