Jennifer Gómez, la reina elegida: "Vengo de una familia de contratistas, de trabajadores de la vid"

La Vendimia ya está presente. Una nueva edición que poco a poco va formando el mapa que, a principios de marzo, culmina con la Fiesta Nacional. Mientras tanto, los 18 departamentos de la provincia de Mendoza eligen a sus representantes, quienes competirán por el cetro en el escenario del Teatro Griego Frank Romero Day.

Jennifer Priscila Gómez fue coronada como la Reina de la Vendimia de San Martín. La joven representó al distrito de Buen Orden, en la fiesta denominada "Sueño de un Tomero". Entrevistada por Sin Verso (lunes a viernes de 9 a 12, por Ciudadano News 91.7), la joven de 22 años habló de su presente, de su pasado, y lo que significa ser la representante de uno de los departamentos más pujantes y con más historia de Mendoza. "Es muy reciente todo, y estoy tratando de disfrutar a pleno. No me esperaba para nada lo que ocurrió, los nervios no me dejaban tomar en cuenta de lo que estaba pasando", dijo emocionada.

"Con mis compañeras tenemos un grupo hermoso, pero me costó bastante entrar en razón de lo que estaba pasando. Esto de ser la soberana del departamento es una asignatura pendiente que tenía conmigo misma y con mi familia, ya que ellos son contratistas. Crecí en la viña, me llevaban de chiquita al campo. Crecí rodeada de vendimia, gracias a mi familia", explicó la representante de San Martín, quien cursa el tercer año de la carrera de abogacía, juega al hóckey sobre césped, es profesora en el Club San Martín, y además es catequista. "Mi vida está llena de actividades", resume.

Los padres, tíos y abuelos de Jennifer fueron contratistas de viña, algo que para la joven es algo especial en su vida. "Cuando pude bajarme del escenario, después de la coronación, vino mi familia para agradecerme. Es que esto es como un premio a todo el trabajo que venimos teniendo. Me mostraban videos del momento en que dicen mi nombre, y lloraban desconsolados. Es algo que me llena de orgullo", detalla la reina sanmartiniana.

Una vida ajetreada

Jennifer no es precisamente una chica tranquila. "Durante la semana tengo los días repletos, por lo que tengo que organizarme los horarios. El año pasado me tuve que cambiar de facultad, porque los horarios no me resultaban cómodos. Hice dos años en la UNCuyo, y un año en la Universidad de Congreso para poder cursar en la mañana, con el fin de tener el día para organizarme con las demás actividades. Si bien me gusta, es algo complicado", detalla la joven.

La soberana estudia abogacía, pero queda pendiente definir a qué rama prefiere dedicarse. "Me gustan mucho los temas de familia y penales, pero me parece que voy a terminar eligiendo familia, cuando me toque recibirme. Es bravo, pero es algo que nos ayuda a enfrentar los desafíos. Si llego a ser reina nacional, voy a tener que postergar las actividades al menos por un año", aclara, adelantándose a una agenda que desde hace un tiempo está más que ocupada", cuenta.

"No tengo novio, estoy soltera y sin apuro. Tengo un hermano más grande, de 29 años, que es policía. Estoy muy bien custodiada por él, tenemos un vínculo muy lindo", expresa. Y con respecto a los proyectos, Jennifer cuenta que la mayoría de ellos están relacionados con el deporte. "El deporte brinda valores y disciplina, que no solo sirven allí, sino para toda la vida. Estaría bueno que en las zonas rurales pueda adaptarse el deporte, con hóckey, vóley, fútbol, o lo que se pueda. Es importante practicar algún deporte", expresa.

 

¿Y si sale Reina Nacional?

Toda soberana electa tiene planes para el año que tiene por delante. Y Jennifer no es la excepción: "Me gustaría analizar las necesidades que tienen los ciudadanos en los departamentos, y poder trabajar en conjunto con todas las reinas departamentales con el rol que tiene cada una, porque esto no es solamente llevar los atributos, sino buscar proyectos y llevarlos a cabo durante el año de reinado. Trabajar para el pueblo es lo más importante", relata.

"Una reina tiene la responsabilidad de representar a todo un departamento, algo que no es poca cosa. En algún momento se debatió sobre si la elección de la reina era un concurso de belleza o no, pero ser reina viene cargado de muchas cosas: dar a conocer su departamento tanto en cultura como en turismo. Es la figura del esfuerzo, de los trabajadores de la viña. No es solamente una cara bonita: es todo un trabajo por detrás", finalizó.