Transformación laboral: cómo la IA está afectando los puestos de trabajo

La Inteligencia Artificial (IA) está transformando el mundo laboral, y aunque algunos temen que esta tecnología elimine empleos, la realidad muestra un panorama diferente: la IA está aumentando la eficiencia de los trabajadores, lo que podría ser beneficioso tanto para los empleados como para las empresas.

Un ejemplo de esto es Alorica, una empresa de atención al cliente con sede en Irvine, California. Esta compañía ha desarrollado una herramienta de traducción impulsada por IA que permite a sus representantes comunicarse con clientes que hablan hasta 200 idiomas y 75 dialectos diferentes. Por ejemplo, un representante que solo hable español puede atender sin problemas a un cliente de Hong Kong que hable cantonés. Esta tecnología no solo elimina la necesidad de contratar personal con conocimientos en múltiples idiomas, sino que también agiliza el proceso de atención al cliente.

A pesar de la capacidad de la IA para asumir tareas complejas, Alorica no está reduciendo su plantilla; al contrario, sigue contratando personal. Esto se debe a que, aunque la IA puede realizar ciertas funciones, todavía se requiere la intervención humana para tareas más complejas y para gestionar situaciones imprevistas.

Casos como el de Alorica y empresas como IKEA, que también implementó chatbots en su servicio al cliente, demuestran que la IA no es necesariamente una amenaza para el empleo. De hecho, estas tecnologías pueden crear nuevos roles y aumentar la productividad. Un estudio reciente reveló que el 60% de los trabajos que existían en 2018 en Estados Unidos no estaban presentes en 1940, lo que subraya el potencial de la tecnología para generar nuevas oportunidades laborales.

Expertos como Nick Bunker, economista del Indeed Hiring Lab, sostienen que la IA, aunque afectará a muchos trabajos, no provocará un desempleo masivo. En lugar de eliminar empleos, la IA probablemente redefinirá la naturaleza de muchos de ellos, liberando a los trabajadores de tareas repetitivas y permitiéndoles concentrarse en actividades más creativas.

No obstante, existen casos donde la IA ha reemplazado a un número significativo de empleados. Un ejemplo es la empresa india Dukaan, que sustituyó al 90% de su personal de atención al cliente por un chatbot, mejorando la eficiencia y reduciendo costos. Sin embargo, estos casos aún son excepciones y no la norma.

Investigaciones recientes también indican que sectores como el de los telemarketers y la enseñanza de idiomas extranjeros son los más expuestos a la IA. Sin embargo, esto no implica necesariamente la desaparición de estos trabajos, sino una transformación en la forma en que se realizan.

En última instancia, la IA está demostrando ser una herramienta poderosa para complementar el trabajo humano, aumentando la eficiencia y permitiendo que las empresas ofrezcan un mejor servicio. Mientras que algunos roles pueden desaparecer, otros se crearán, y la clave estará en cómo las empresas y los trabajadores se adapten a esta nueva realidad. Como lo demuestran ejemplos de Alorica e IKEA, la integración de la IA en el entorno laboral puede ser un aliado para mejorar la productividad y generar nuevas oportunidades, en lugar de ser una amenaza para los trabajadores.