Siete de cada diez argentinos cumplen su jornada en la oficina

El mundo laboral está en constante evolución, impulsado por los cambios tecnológicos y las experiencias vividas durante la pandemia. Sin embargo, en Argentina, la tendencia hacia el trabajo presencial sigue siendo fuerte, con un notable 69% de los trabajadores desempeñando sus tareas de manera completamente presencial. Esta cifra revela una ligera disminución en comparación con el año pasado, cuando el 66% de los trabajadores se encontraba en la oficina todos los días. 

Este dato surge del Randstad Employer Brand Research 2024, un estudio que examina las preferencias laborales a partir de las respuestas de más de 173,000 personas en 32 países, incluida Argentina.

La investigación pone en evidencia un fenómeno interesante en el mercado laboral argentino: la mayoría de los trabajadores aún prefieren o deben asistir a sus puestos de trabajo en persona. Este fenómeno es un reflejo de una tendencia global hacia la flexibilidad laboral, la cual se vio acentuada durante la pandemia. A pesar de que muchas empresas a nivel mundial están implementando modelos de trabajo híbrido o completamente remoto, en Argentina, la presencia física en el lugar de trabajo sigue siendo la norma para la gran mayoría de los empleados.

En el pasado, las restricciones impuestas por la pandemia hicieron que el 35% de los trabajadores argentinos adoptaran el trabajo presencial a tiempo completo en 2021. A medida que las condiciones mejoraron y se comenzaron a levantar las restricciones, esta proporción aumentó progresivamente, alcanzando un 65% en 2022 y un 66% en 2023. El 2024, sin embargo, parece haber estabilizado esta tendencia, con un 69% de los trabajadores cumpliendo sus funciones de manera exclusivamente presencial. Este cambio muestra que, a pesar de las oportunidades para el trabajo remoto, el trabajo en oficina sigue siendo una opción dominante en el contexto argentino.

Uno de los datos más reveladores del estudio es la caída en el número de personas que optan por un esquema híbrido de trabajo, donde se combinan días en la oficina con días de home office. En 2024, solo el 22% de los argentinos trabaja bajo este modelo, lo que representa una disminución del 2% respecto al año anterior y una caída significativa en comparación con el 28% observado en 2021. Este descenso sugiere una inclinación creciente hacia la presencialidad total en lugar de mantener un equilibrio entre trabajo en casa y en la oficina.

Además, el porcentaje de trabajadores argentinos que se desempeñan de manera completamente remota se mantiene en un 9% en 2024, un nivel similar al de 2023. Esta cifra está lejos del 37% registrado durante el año más restrictivo de la pandemia. Este estancamiento en los esquemas de trabajo remoto indica que, aunque la flexibilidad sigue siendo valorada, la mayoría de los trabajadores y empleadores parecen preferir un regreso a las prácticas laborales más tradicionales.

Andra Ávila, CEO de Randstad para Argentina, Chile y Uruguay, destaca que esta situación refleja una realidad compleja en la que no existe una única solución para todos. Según Ávila, la flexibilidad es una necesidad para muchos trabajadores, pero también lo son los beneficios del trabajo presencial, que incluyen la creación de vínculos laborales y la transmisión de valores corporativos.

 "Es fundamental que entendamos la flexibilidad laboral en un sentido más amplio y equilibrado, que permita acomodar tanto las demandas de los empleados como las necesidades de las empresas en términos de productividad y cohesión organizacional", afirma Ávila.