En una entrevista reveladora sobre los desafíos que enfrentamos en verano en relación con la violencia estética y la falta de amor propio, la psicóloga Antonella Bassi, conversó con El Interactivo (de lunes a viernes, de 12 a 14, a través de Facebook y YouTube de Ciudadano.News) y ofreció algunas perspectivas valiosas sobre la influencia de los estereotipos de belleza en la sociedad contemporánea.
Bassi abordó la normalización de los estereotipos de belleza, tanto femeninos como masculinos, que han existido culturalmente desde tiempos inmemoriales. Señaló cómo las redes sociales y los medios de comunicación impactan en nuestra percepción de los cuerpos ideales, creando una constante tendencia a compararnos con estándares inalcanzables, especialmente durante la temporada estival.
La psicóloga destacó que, aunque actualmente se observa una mayor aceptación de la diversidad de cuerpos, la comparación persiste y puede desencadenar problemas de salud mental. La psicóloga hizo hincapié en la importancia de la aceptación personal y la comprensión de lo que significa la salud mental para cada individuo.
Un punto destacado de la entrevista fue la relación entre la falta de aceptación propia y la adopción de comportamientos como la adicción a los tatuajes y la modificación superficial del cuerpo. Bassi subrayó cómo estos actos pueden revelar una lucha interna y una falta de amor propio, a menudo arraigadas en experiencias de crecimiento y desarrollo, así como en la construcción de la identidad personal.
La experta en psicología también abordó la influencia de los prejuicios desde la infancia y su perpetuación en la adolescencia y la adultez. Agustina Bassi destacó cómo la falta de aceptación durante la juventud puede resultar en problemas de autoestima y autoimagen en etapas posteriores de la vida.
En relación con la construcción social de conceptos como “defecto” y “virtud”, la psicóloga instó a la reflexión sobre las palabras que utilizamos para describirnos a nosotros mismos. Enfatizó la importancia de cambiar la relación intrapersonal, utilizando palabras más amorosas y fomentando la gestión saludable de las emociones.
La psicóloga también hizo un llamado a la acción para las familias, y enfatizó la importancia de la comunicación y la convivencia. Recalcó la necesidad de que los padres reflexionen sobre las palabras que utilizan y se enfoquen en abrir canales de comunicación efectivos con los jóvenes, alentando una comprensión más profunda de sus emociones y experiencias.
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