Mirá por qué los chefs están usando la carne de Búfalo

El continente americano posee una variedad de climas que rayan en lo asombroso. De las frías temperaturas de los polos, hasta el calor agobiante del Ecuador, nuestro continente tiene mucha variedad térmica para ofrecer. Pero esta misma variedad resulta en que los pastizales que alimentan al ganado pueden variar de calidad, y la Argentina, como productora de carnes, suele ver resentida la producción de alimentos hacia los mercados internacionales.

Ante esta situación aparece, como casi un milagro, la carne de búfalo. Insuperable en su eficiencia productiva, este producto duplica a la de vaca: con un 20% más de parición, con un 60% más de ganancia diaria de peso, y con el doble o triple de crías por vientre, la carne de búfalo aporta también un 50% menos de costos en veterinaria, y un 40% menos de gasto de personal, además de una inversión de tierras mucho menor.

Tanto la búfala como la vaca producen crías en forma similar, pero en una hectárea vale cinco veces menos. A nivel mundial, el búfalo creció un 87% en los últimos 40 años, mientras que el vacuno subió un 30%. América tiene el récord mundial de crecimiento anual, y es el segundo continente en cantidad de búfalos, después de Asia y antes de África.

El boca a boca entre productores genera más proyectos con carne de búfalo (30-40% de las hembras son compradas por criadores nuevos), y las nuevas generaciones que heredas superficies menores, que asimilan tecnologías modernas, buscan más rentabilidad.

Por el lado de la producción láctea, la leche de búfala contiene un 30% más de proteínas, y un 35% más de sólidos totales. Posee un 19% menos de colesterol, y rinde más del doble en quesos y manteca, ya que tiene de 2,5 a 3 veces más de grasa. El ejemplar puede rendir un 53%, pero entrega más kilos de carne.

Esta carne, de muy buena calidad, es similar a la del vacuno en jugosidad y suavidad. Es nutracéutica (tiene un 34% más de proteínas y 11% más de hierro), y más saludable para el consumidor, ya que tiene un 40% menos de colesterol, y una grasa con más ácidos poliinsaturados, que son los que más se pueden digerir.

Otra de las características de la carne de búfalo es que se produce totalmente a campo natural, dentro de un sistema de producción orgánica, y casi sin antibióticos u hormonas. Proviene de animales jóvenes, por lo que resulta ser más tierna, y es también una tendencia hacia la carne gourmet, con varios nichos de mercado en el país.

Con todas estas características, es dable pensar que este tipo de carne comenzará a formar parte de la dieta de los argentinos de manera más pronunciada. Una opción sana y útil para los tiempos que corren.