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Hábitos saludables

Los beneficios psicológicos de hacer la cama todos los días

Más allá de estirar las sábanas y darle forma a las almohadas, arreglar la cama puede tener grandes beneficios para nuestra salud física, mental y bienestar emocional.

Redacción

Por Redacción

5 Julio de 2024 - 10:26

La psicología detrás de tender la cama.
La psicología detrás de tender la cama. Freepik

Tender la cama es una acción cotidiana que, para muchos, se reduce a una simple tarea estética. Sin embargo, la ciencia descubrió que este hábito aparentemente trivial tiene un profundo impacto en nuestra psicología y bienestar.

Un acto de disciplina y control

El acto de tender la cama implica un ejercicio de disciplina y control. Al iniciar el día con esta pequeña tarea, enviamos una señal a nuestro cerebro de que estamos tomando el control de nuestro entorno y de nuestra vida. Esto genera una sensación de logro y empoderamiento que nos prepara para afrontar los desafíos del día con una mentalidad más positiva y proactiva.

Tender la cama no solo beneficia nuestra mente, sino también nuestro entorno físico. Un espacio ordenado y organizado promueve la concentración y la productividad. Al comenzar el día con una cama tendida, estamos creando un ambiente propicio para el trabajo creativo y la toma de decisiones.

Tender la cama va más allá de acomodar las sábanas.
Tender la cama va más allá de acomodar las sábanas.

Esta simple tarea puede servir como un recordatorio visual de nuestros objetivos y metas. Una cama bien hecha simboliza un estado de orden y progreso, lo que puede inspirarnos a seguir adelante con nuestros propósitos y alcanzar nuestros sueños.

Impacto en la calidad del sueño

Aunque la ciencia aún no ha llegado a un consenso definitivo, algunos estudios sugieren que tender la cama puede tener un impacto positivo en la calidad del sueño. Se cree que una cama ordenada crea un ambiente más relajante y propicio para un descanso reparador.

Incorporar el hábito de tender la cama a nuestra rutina diaria puede ser un desafío, pero con un poco de esfuerzo y constancia, es posible lograrlo. Algunos consejos útiles pueden ser:

  • Establecer una hora específica para tender la cama: puede ser justo después de despertarse, antes de salir de casa o al final del día.
  • Convertirlo en una parte integral de la rutina: asociarlo con otra actividad habitual, como cepillarse los dientes o tomar el desayuno.
  • Hacerlo divertido: poner música que nos gusta o convierta el proceso en un juego.
  • Recompensarse: celebrar el logro, con una pequeña recompensa, como una taza de café o un descanso.

Tender la cama puede parecer una tarea insignificante, pero su impacto en nuestra psicología y bienestar es sorprendente. Al convertirlo en un hábito, podemos tomar el control de nuestro entorno, aumentar nuestra productividad y mejorar la calidad de nuestro sueño.