Crucemos los dedos

Las personas racionales también creen en supersticiones, ¿por qué?

Aunque pueda parecer absurdo, se piensa que seguir algunos ritos aleja la mala suerte.

Ciudadano.News

Por Ciudadano.News

20 Septiembre de 2024 - 11:44

Para muchos, un espejo roto es señal inequívoca de mala suerte. (Foto: web)

Sabemos que no responde a ninguna lógica, pero de todos modos recogemos tréboles de cuatro hojas, nos preocupamos si se derrama la sal, tocamos madera y nos santiguamos.

Las supersticiones han sido parte de la cultura humana durante siglos. Desde creer en la suerte hasta temerle a los gatos negros, estas creencias pueden parecer absurdas.

Para algunos investigadores, actuamos así simplemente porque se trata de algo que venimos aprendiendo desde lo más profundo de la historia y seguimos imitando de manera inconsciente.

Cruzarse con un grato negro puede traer mala suerte, dicen algunos. (Foto: web)

Entre muchas otras, algunas de las creencias pueden llamar la atención, por ejemplo, creer en la suerte o la mala suerte, temerle a ciertos números o colores, creer en la astrología o la numerología y realizar rituales o ceremonias para evitar la mala suerte.

Además, cada cultura tiene las suyas. En Japón, por ejemplo, es común creer que el número 4 es desafortunado debido a su similitud fonética con la palabra "muerte", mientras que en India piensan que el color rojo es auspicioso y se utiliza en ceremonias de boda.

Mucho más cerca, en Brasil, se cree que llevar un talismán de cuatro hojas trae suerte. 

Pero ¿por qué mantenemos las creencias en cosas que parecen absurdas? La respuesta se encuentra en la psicología humana.

Búsqueda de significado

Los seres humanos tenemos una tendencia natural a buscar significado en el mundo que nos rodea. Cuando enfrentamos situaciones inciertas o incontrolables, nuestra mente busca patrones y conexiones para explicar lo que está sucediendo, lo que puede llevar a la creación de supersticiones.

Sal volcada, otro símbolo de un futuro negro. (Foto: web)

Nuestra mente también tiene una tendencia a confirmar nuestros sesgos y creencias preexistentes. Cuando experimentamos un evento que parece validar nuestra superstición, lo recordamos y lo utilizamos como evidencia, mientras que ignoramos o descartamos los eventos que contradicen nuestra creencia.

El miedo y la ansiedad

El miedo y la ansiedad pueden ser poderosos catalizadores para la creación de supersticiones. Cuando estamos en situaciones de estrés, nuestra mente busca formas de controlar el entorno y reducir la incertidumbre. Las supersticiones pueden proporcionar una sensación de control y seguridad.

Aunque algunos evitan pasar debajo de una escalera, para otros no significa nada. (Foto: web)

Por otra parte, las supersticiones también se propagan a través de la influencia social. Cuando estamos rodeados de personas que creen en ciertas supersticiones, es más probable que las adoptemos nosotros mismos. Esto se debe a la tendencia humana a seguir la norma social y evitar el conflicto.

¿Qué nos dice la neurobiología?

Investigaciones en neurobiología sugieren que las supersticiones pueden estar relacionadas con la activación de ciertas áreas del cerebro, como la corteza prefrontal y el sistema de recompensa. Esto puede llevar a la liberación de dopamina, un neurotransmisor asociado con la recompensa y la motivación.

Las supersticiones son una parte natural de la psicología humana. Nuestra búsqueda de significado, confirmación de sesgos, miedo y ansiedad, influencia social y neurobiología contribuyen a la creación y mantenimiento de estas creencias. 

En definitiva, y aunque pueden parecer absurdas, las supersticiones pueden proporcionar seguridad y una sensación de control en un mundo incierto como el que nos cobija.