¿Sabotaje o descuido?
En un hecho inédito que paralizó la Panamericana y puso en jaque a las fuerzas de seguridad, 46 caballos blancos, emblemáticos del Regimiento de Granaderos a Caballo, protagonizaron una espectacular fuga de Campo de Mayo. Los majestuosos equinos, con una fuerza descomunal, lograron romper el cerco eléctrico que los confinaba y emprendieron una carrera desenfrenada por la autopista, sembrando el pánico entre los automovilistas.
"Los caballos literalmente derribaron el alambrado", aseguró el Teniente Coronel Matías Mones Ruiz, titular del Regimiento. "Fue como ver una película de vaqueros, pero en la Panamericana".
La secuencia, que duró varias horas, mantuvo en vilo a la población y a las fuerzas de seguridad, que desplegaron un operativo de gran magnitud para recuperar a los animales. Finalmente, todos fueron hallados sanos y salvos, aunque con algunos rasguños producto de la aventura.
¿Qué falló?
La pregunta que todos se hacen es cómo fue posible que 46 caballos, entrenados y cuidados, lograran escapar de una instalación militar de máxima seguridad. El coronel Mones Ruiz admitió que se ha iniciado una investigación interna para determinar las responsabilidades y descartar cualquier posibilidad de sabotaje.
"Estamos analizando si hubo una falla en el sistema eléctrico, si los animales fueron adrede alentados a escapar o si simplemente se trató de un hecho fortuito", explicó el oficial.
Un operativo de rescate sin precedentes
La búsqueda de los caballos perdidos movilizó a decenas de efectivos de la Gendarmería, Defensa Civil y policías montados, quienes recorrieron durante horas la zona en busca de los equinos fugados. "Fue una tarea ardua, pero, gracias a la colaboración de los vecinos, pudimos recuperar a todos los caballos", destacó el coronel.
Los animales fueron trasladados a la Escuela Militar de Tropas Montadas, donde están siendo atendidos por veterinarios. A pesar del susto, los caballos se encuentran en buen estado de salud y pronto podrán regresar a sus tareas habituales.