Por casi tres millones

Intento de estafa a una analfabeta: gracias a las redes recibió un gran regalo

La solidaridad de los vecinos de Cipolletti, Río Negro, se puso de manifiesto para ayudar a una mujer que no sabe leer ni escribir y compró, sin advertirlo, una cocina por un monto millonario que no podía pagar.

Redacción

Por Redacción

15 Julio de 2024 - 14:19

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Un final feliz tuvo la historia triste de una mujer analfabeta del barrio Labraña, de la localidad de Cipolletti, Río Negro, que terminó envuelta en un gran problema económico, ya que compró una cocina que valía 400.000 pesos y que, financiada, terminaría pagando 2.800.000 pesos. Por un lado, el comercio Megatone, la casa que realizó la operación, anuló la compra y un vecino le regaló a la mujer una cocina nueva.

En las últimas horas, y luego de que el caso se difundiera en las redes sociales, miles de vecinos de Cipolletti se sensibilizaron con la situación de Rosa, la mujer que en llanto contó que para ella era imposible pagar esa suma de dinero con la financiación que le colocaron en la compra.

Cesar y Cristina fue el matrimonio que tomó la iniciativa de regalarle a Rosa una cocina nueva. Entonces, fueron a otra casa de electrodomésticos y artículos del hogar, Nando, y luego de explicar para quién era la cocina, pudieron lograr un buen descuento para comprarla.

La imagen de Rosa llorando que circuló por las redes sociales y que indignaron a gran parte de los vecinos de Cipolletti.

Para que estrene la cocina, una carnicería le regaló a Rosa un vacío completo y a través de una campaña que llevó adelante Carlos, un empleado de ANSES, junto a un medio local, los cipoleños aportaron más de 800 mil pesos. El dinero, inicialmente, era para comprar la cocina, pero como Cesar y su mujer la donaron, lo recaudado le fue transferido a Rosa.

"Siempre que podemos dar una manito lo hacemos porque venimos de muy abajo, perdimos todo y arrancamos de cero. Hoy gracias a Dios tenemos un buen pasar y cuando podemos, ayudamos. Me movilizó mucho la mala actitud que tuvo la gente de Megatone, de abusarse de una señora mayor", contó Cesar al diario LMCipolletti. "Creo que fue un final feliz, ojalá que esto se haga público para que estas empresas no vuelvan a hacer lo mismo", agregó el hombre que donó la cocina.

La historia de la abuela Rosa, que terminó con un enorme gesto de solidaridad, tiene a otro protagonista: Daniel, un taxista que habitualmente traslada a la mujer cuando tiene que hacer algún trámite. Daniel fue quien advirtió la situación y se presentó ante Megatone para plantear lo ocurrido con Rosa y exigir una repuesta de la firma.

Rosa no tiene hijos ni nietos, vive sola en una vivienda del Labraña. No sabe leer ni escribir y tampoco distingue la denominación de los billetes. Siempre necesita de alguien que la ayude y en este caso, el taxista Daniel estuvo como siempre con la mejor predisposición para darle una gran mano.