Mal hábito

Morderte las uñas trae problemas más graves de lo que te imaginás

La onicofagia, como se conoce científicamente, va más allá de la estética y puede afectar tanto nuestro bienestar físico como emocional.

Redacción

Por Redacción

20 Junio de 2024 - 20:49

Comerse las uñas — Google

Morderse las uñas es una manía común que a menudo se considera inofensiva. Sin embargo, detrás de este gesto aparentemente trivial pueden esconderse problemas más graves para nuestra salud.

 La onicofagia, como se conoce científicamente, va más allá de la estética y puede afectar tanto nuestro bienestar físico como emocional. ¿Qué consecuencias puede tener este hábito?

Riesgos para la salud

  • Infecciones: morder de forma constante las uñas debilita su estructura y la piel circundante, facilitando el ataque de bacterias y levaduras. Esto puede manifestarse como irritación, enrojecimiento, dolor o incluso pus.
  • Bacterias patógenas: llevar constantemente las manos en la boca crea un ambiente propicio para el crecimiento de microorganismos dañinos como la E. Coli y salmonella, que pueden causar infecciones gastrointestinales.
  • Verrugas: las personas que se muerden las uñas con frecuencia tienen más probabilidades de desarrollar verrugas.
  • Virus del papiloma humano (VPH): el contacto entre las manos y la boca facilita la propagación de uno de los subtipos del VPH.

Escuchar las señales y buscar apoyo

Cuando los síntomas de ansiedad relacionados con la onicofagia se vuelven intensos, es crucial buscar apoyo. La ansiedad puede afectar nuestra calidad de vida y bienestar emocional. 

Hablar con un profesional de la salud mental o un terapeuta puede proporcionar estrategias para manejar la ansiedad y ayudarnos a superar este hábito compulsivo. No debemos subestimar la importancia de cuidar tanto nuestra salud física como mental.

Si deseás abandonar el hábito de morderte las uñas, primero debes mantenerlas cortas con un cortaúñas. Cuando tus labios y dientes entren en contacto con ellas, sentirás una diferencia y alertarás a tu cerebro.

 Cada vez que te descubrás jugando con ellas en la boca, esculpilas; esto te ayudará a que tu cerebro tome conciencia de lo que estás haciendo.

Con paciencia y constancia, podrás dejar de mordértelas y lucir unas manos más saludables. La onicofagia no debe tomarse a la ligera. Si tenés este hábito, considerá sus posibles consecuencias y buscá alternativas para controlarlo.