Los dichos de Milei

Juan Venturino: "La política en occidente ha perdido cuerpo y consistencia"

El analista político analizó los dichos presidenciales en diálogo con Círculo Político, dejando conclusiones preocupantes

Redacción

Por Redacción

7 Junio de 2024 - 18:45

Milei — web

En sus declaraciones a una periodista extranjera, Javier Milei se comparó con Terminator y afirmó que su objetivo es alertar del avance del socialismo en el mundo: "Vengo de un futuro apocalíptico para evitarlo", sostuvo, indicando que su misión es destruir el Estado desde adentro.

Consultado sobre esos dichos por Círculo Político (lunes a viernes de 14 a 16 por Ciudadano.News), el analista político Juan Venturino, expresó: "Usa bien el factor sorpresa, llamar la atención, con la forma que utiliza para comunicarse que es el escándalo; el problema ahora no es una persona que va pululando por los medios masivos de comunicación, estamos hablando del máximo mandatario de la Argentina, en una República con miles de defectos pero presidencialista; es decir, esto adquiere otro matiz, otro color, otra profundidad cuando el que lo está diciendo es el presidente de la nación".

 

Juan Venturino

 

"No solo es una alarma desde el punto de vista de la comunicación, sino esto debería llamar la atención de las más altas esferas del poder, porque no es una cuestión chistosa, asume una gravedad inusitada cuando hablamos del primer mandatario, y él se refirió como si estuviera hablando en un café con unos amigos", continuó, y agregó: "la desaparición del estado no es que hablamos de una cuestión de banderas, de un River-Boca, implicaría la disolución de la Nación".

Además, para Venturino, "Lo está haciendo de una manera terriblemente peligrosa, él dijo en tono jocoso que quería destruir al estado desde adentro, y esto enciende alarmas no solo desde el punto de vista de la comunicación sino de muchas personas con una enorme responsabilidad en el Estado, que son los funcionarios públicos", y este tipo de manifestaciones se deben a que "Claramente tiene una prioridad, la única e imperiosa necesidad que tiene es estar en la escena". 

"La prioridad de Javier Milei está puesta en su imagen, en lo que él dice y cómo se vende frente al mundo; él mismo se llama asimismo como mesías, se comparó con una película de Hollywood que es Terminator, y juega con el tiempo, y eso sí nos pone en un lugar todavía más complejo, porque uno podría sentirse identificado con ese personaje". 

 

Milei

 

Movilizar los odios

Viendo el fenómeno en perspectiva, Venturino analizó: "Esto me remonta a una cuestión con la que hemos lidiado los últimos años que tiene que ver con cómo la política en occidente ha perdido cuerpo, consistencia y estos personajes se han erigido haciendo este tipo de declaraciones: voy a destruir, voy a romper, movilizando los odios", y agregó: "efectivamente pareciera que la política como la conocíamos, de las unidades básicas, de las universidades, de construir desde abajo, ese fervor que alguna vez se tuvo no solo en Argentina sino en muchos países de la región, pareciera que eso está terminado, y la batalla se gana dialécticamente en medios masivos de comunicación, financiados por fundaciones extranjeras, y como hay gente que los sigue bancando y ahí aparece lo de los odios".

"Ahí aparece lo de una historia común en Argentina, que tiene que ver de la propia fundación, desde los unitarios y federales, de esa división que no es monopolio de la Argentina, de políticos que se han olvidado de cuál era su razón, de cómo habían llegado ahí; eran representantes, si se quiere inquilinos de la Rosada, meros artífices de la voluntad común", sentenció, 

"Ahí es donde parte del capital de Milei tuvo mucho que ver, que era la casta; cuando nos referimos a determinado poder enquistado, las corporaciones, el Poder Judicial, la casta política, ese es un gran acierto, y parte de esta justificación tiene que ver con esto, la gente hoy sigue movilizada, además de por la desesperación, por el odio; le han inoculado el odio".

"Mientras estemos motorizados por los odios, no podamos construir pequeños, mínimos e indispensables consensos para pensar una Argentina, pensarnos a nosotros mismos en una Argentina de cara a los próximos 15 o 20 años y estemos discutiendo más personas que ideas, vamos a seguir estando en el horno, y diría con papas y una manzana", completó.