"El sector privado no puede absorber a los que se quedan sin trabajo"

Un informe reciente del Centro de Economía Política Argentina (CEPA), elaborado con base en datos de la Secretaría de Trabajo de la Nación, arrojó un resultado alarmante: en los primeros cuatro meses del año se perdieron cerca de 120.000 puestos de trabajo registrados, tanto en el sector privado como de la administración pública, a lo que se suma que en los dos primeros meses del gobierno de Javier Milei, el salario perdió entre un 9,5% y un 9,8%, una caída sin precedentes en tan corto plazo.

Carolina Berardi es economista y miembro de dicho Centro, y fue contactada por la producción de Sin Verso (lunes a viernes de 9 a 12 por Ciudadano News 91.7) para analizar el presente de la grave situación de los trabajadores.

 "Dentro del Congreso se defendieron proyectos políticos que, cuando se llevaron a la práctica en el pasado, fue un fracaso. Esto se vio en la dictadura, en los 90, y en el macrismo. Y ahora vemos las consecuencias, porque estas directivas dejan totalmente de lado la producción, y sin un proyecto de país a futuro. Argentina tiene que ponerse a producir, porque de ahí salen los sectores que pueden dar empleo al conjunto del pueblo argentino", comenzó Berardi.

La economista sostiene que, en la actualidad, no hay una visión de sectores estratégicos a mediano plazo, y eso explica que en cuatro meses se perdieran 95 mil puestos de trabajo en el sector privado, pero también en el sector público. "En marzo se destruyeron 800 puestos de trabajo a nivel estatal, pero desde noviembre se perdieron 21.657 puestos en ese mismo sector. En términos de porcentaje, la caída de los privados es mucho mayor que la del público: en estos cuatro meses, perdió el 1,5% de los puestos de trabajo, en contraposición al público, que perdió un 0,6%", indicó la entrevistada.

 

 

Esta enumeración le permite a Berardi justificar que "a contramano del discurso oficial, que dice 'vamos a echar a todos los empleados públicos y van a tener que ir a buscar trabajo en el sector privado', aparece esta situación en la que el sector privado no tiene la capacidad de absorber a esas personas que se quedaron sin trabajo en el sector público. Y se da la situación de que los privados echan más gente que el propio Estado", expresó Carolina Berardi.

El CEPA busca poner la lupa en el concepto que dice que "Argentina no genera empleos desde hace muchos años", o que "la tendencia es magra". Si se mira desde el año 2012 hacia el presente, es muy poca la creación de empleo en el sector privado. "Si nos quedamos con ese análisis, y desconocemos lo que pasó en el medio, se nos puede pasar que, por ejemplo, el segundo gobierno de Cristina Fernández creó 185 mil puestos de trabajo, mientras que durante el macrismo se destruyeron 230 mil puestos", detalla Berardi. Es ahí donde el informe enciende la luz roja: "No da lo mismo qué proyecto político gobierne vinculado al empleo en el sector privado. O sea, tuviste períodos de caída de empleo y períodos de crecimiento", indica. "

 

La propuesta del RIGI

Uno de los temas que más protagonismo cobró durante el tratamiento en comisión de la Ley Bases fue la propuesta del Régimen de Incentivos para Grandes Inversiones (RIGI). Hubo legisladores de la oposición, y también especialistas, que pusieron como ejemplo otros regímenes de incentivo de inversiones que se aplicaron en otros países, como Chile y Estados Unidos. 

"Lo del RIGI estaba totalmente ausente en el proyecto original que se votó en Diputados. Lo que se vio este miércoles en el recinto era la intención de que el RIGI sea una promoción para los proveedores locales. Sin embargo, en el debate se introdujo una cláusula con la que en la inversión debería integrarse un 20% destinado a proveedores locales, pero no dice que ese 20% tiene que ser contenido local, sino que agrega 'siempre y cuando haya disponible oferta en calidad y cantidad'. Con esto no aparece la obligación del inversor de garantizarse el 20% de producto nacional", explica la economista.

"Y el tratamiento del RIGI tuvo dos cambios: primero, se acotaron los sectores de actividad económica a los que se pueden destinar las inversiones. Y lo segundo es que se modificó el texto de Diputados al dictamen. Luego hubo una modificación en el recinto, y se modificaron los años a partir de los cuales los inversores pueden quedarse con los dólares y no tener la obligación de liquidarlos en la Argentina", detalló Carolina Berardi. "El resultado es que luego de dos años que se pone en marcha el proyecto de inversión pueden acceder al 20% de sus divisas, luego de tres años al 40%, y luego de cuatro años al 100%. En términos de tiempo, significa reducir a lo que era el proyecto original", culminó.