Conflicto en penal de Mendoza deja seis reclusos heridos

El penal Boulogne Sur Mer, en la ciudad de Mendoza, fue el escenario de un violento enfrentamiento entre dos facciones de internos que luchan por el control del módulo 9, sector C. El conflicto, que estalló alrededor de las 14:00 horas, dejó como saldo seis reclusos heridos, algunos con lesiones provocadas por armas blancas y otros afectados por balas de goma disparadas por las fuerzas de seguridad que intentaban restaurar el orden.

El desencadenante de la pelea fue la escalada de tensiones entre dos grupos rivales, vinculados a distintos líderes conocidos como "plumas" en el argot carcelario. Estos grupos, armados con facas y otros objetos punzantes de fabricación casera, se enfrentaron violentamente, lo que llevó a una situación crítica que rápidamente se salió de control, forzando la intervención urgente de las autoridades penitenciarias.

Dada la gravedad del altercado, se activaron inmediatamente los protocolos de seguridad y se convocó al Grupo Especial de Operaciones Penitenciarias (GEOP) y a la Sección Especial de Requisa Penitenciaria (SERP). Estas unidades, entrenadas para manejar situaciones de alta peligrosidad dentro del sistema penitenciario, ingresaron al módulo fuertemente armadas y utilizaron balas de goma para dispersar a los reclusos y neutralizar la amenaza.

Como resultado de la intervención, seis internos resultaron heridos. Tres de ellos, que presentaban heridas de mayor gravedad, fueron trasladados con urgencia al Hospital Central y al Hospital Lagomaggiore, donde quedaron internados bajo estricta custodia. Los otros tres, con lesiones menos severas, recibieron atención médica en el penal y fueron dados de alta poco después.

En respuesta a este grave incidente, fuentes del Servicio Penitenciario informaron que se procederá a la reubicación de los reos involucrados en diferentes sectores del penal o, en casos más extremos, en otras unidades carcelarias de la provincia. Esta medida tiene como objetivo desarticular las facciones en conflicto y reducir las tensiones en el módulo 9, el cual se ha convertido en un foco recurrente de violencia debido a las continuas disputas por el poder interno.

Además, tras el enfrentamiento, se llevó a cabo una requisa exhaustiva en el sector afectado, lo que permitió la confiscación de varias armas blancas improvisadas y otros objetos prohibidos. Las autoridades penitenciarias continúan con las investigaciones para identificar a los principales instigadores del disturbio y aplicar las sanciones correspondientes, con el fin de prevenir futuros incidentes de esta magnitud.

Este episodio no solo refleja las tensiones latentes dentro del penal, sino que también subraya la necesidad de una revisión profunda de las estrategias de seguridad y gestión de conflictos en los establecimientos penitenciarios, donde la lucha por el control y la autoridad dentro de los módulos sigue siendo un desafío constante para las autoridades.