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El gremio gastronómico y hotelero la pasa muy mal y pide una ley de emergencia

Referente del sector asegura que son muchos los establecimientos que cerraron y, en consecuencia, gran cantidad de trabajadores no están recibiendo ingresos

29 de julio, 2020 - 07:39

Los empresarios del rubro de servicio de catering se mostraron angustiados y apesadumbrados por lo que les ocurre, que es más de lo mismo de lo que pasa con todos los sectores de la economía que están dentro de ese halo de crisis que está dejando la pandemia del coronavirus. 

Lo que sucede es que, en este caso, hablamos de una actividad totalmente paralizada y que no se pudo acondicionar con protocolos sanitarios para reactivarla junto al cúmulo de emprendimientos empresarios o comerciales que ya lo hicieron en las sucesivas flexibilizaciones de la cuarentena. Y no se hizo porque es un segmento que se despliega su tarea en eventos sociales, que por ahora están totalmente prohibidos, por lo que eso implica en la lucha contra el contagio del COVID-19, porque queda demostrado que es en fiestas clandestinas donde se han producido los contagios más frecuentes.

Las empresas de catering o eventos requieren una infraestructura humana muy importante, más allá del tipo de servicio gastronómico por todos los elementos complementarios como muebles, decoración y  música.  

La clave está en el recurso de mano de obra de la que depende cada empresa para la calidad, agilidad y eficiencia de lo que ofrece a quienes la contratan, por lo que todo esto supone una importante inversión empresaria y una no menos importante estructura salarial, algo que se vino a pique con la rápida aparición de la pandemia y las duras medidas que se tuvieron que tomar para contrarrestarla.

La consecuencia directa de la coyuntura sanitaria actual implicó cierres de este tipo de emprendimientos, con secuelas de bajas directas de fuentes de trabajo, aunque sobre esto último, “esta situación agravó aun más el estado de precariedad laboral que padecían los empleados”, dicen desde el sector.

Al respecto, El Ciudadano consultó sobre el tema laboral, donde se constató que la mayoría de los empleados cumplían funciones en absoluta anormalidad contractual y fuera de toda legislación previsional y de trabajo

Llama la atención que ningún organismo de contralor haya actuado sobre un sector en el que parecía que la premisa era realizar prestaciones en negro, aunque, dicen desde el sector, que “en negro era el magro pago, porque las exigencias en horarios y tareas eran extremas”. “Encontramos trabajadores en estado desesperante”.

Para interiorizarnos aún más sobre esta difícil realidad de un sector de trabajadores mendocinos, tomamos contacto con Carolina Montivero, dirigente sindical de la Unión de Trabajadores de Hotelería, Gastronomía y Turismo de la República Argentina, seccional Mendoza (UTGHRA), quien sobre lo que está sucediendo en torno al cierre de empresas de catering y la situación de los trabajadores del sector, dijo: “Sí, en el sindicato gastronómico que nuclea a los trabajadores que desarrollan tareas en las empresas de catering y servicios, estamos al tanto del cierre de varios establecimientos, hecho que se produjo en los últimos tiempos, producto de la parálisis del sector por la pandemia”.

“Ante esto, los trabajadores registrados se acercaron al sindicato para asesorarse de la indemnización que les correspondía. También para pedir asesoramiento y acompañamiento, para emprender algún reclamo legal en el caso de que no les pagaran. Nosotros inmediatamente nos movilizamos desde el gremio y solicitamos acompañamiento de una inspección de la Subsecretaría de Trabajo para verificar el cierre de los emprendimientos. Esencialmente, para que los trabajadores puedan cobrar su indemnización. Le debo -aclara- que más allá de lo que ha sucedido con la pandemia, este es uno de los rubros que tiene mayor trabajo informal y peor pago, como muchas veces hemos denunciados ante los organismos de contralor del trabajo” 

Al consultarle cuán complejo es el terreno del trabajo bajo estas circunstancias, detalló: “El panorama laboral en ese sector es grave. Desde el gremio, actualmente estamos atendiendo a muchos compañeros que están en situación desesperante. En su gran mayoría padecen y sufren estar registrados en media jornada, cuando en realidad trabajan ocho horas, por lo tanto solo se les paga $8.000 del Programa Nacional de Asistencia de Emergencia al Trabajo y a la Producción (ATP). Al duro panorama se agregan los trabajadores de hoteles tanto fijos, como eventuales que en algunos casos llevan más de 120 días sin ningún tipo de ingresos. Por eso, desde hace bastante tiempo que venimos pidiendo que se actúe ya, con una ley de emergencia que ampare esta actividad que está tan golpeada”.